10/07/21 0:00
QUE feligreses de la parroquia de Santa Maria de Maó se quejen, un verano más, de que la plaza se llena de sillas y mesas de los bares de alrededor y no se deje espacio para el acceso directo a la Iglesia, algo que no ocurre delante de las Casas Consistoriales, en la misma plaza, cuyo acceso solo es un poco dificultoso por el estado irregular del pavimento de adoquines.