Oraciones

Grandes inventos. las alcantarillas

TW

Algunos antropólogos imaginativos consideran que la diferencia entre barbarie y civilización son precisamente las alcantarillas, es decir, una red subterránea de colectores, sumideros, túneles, pozos y albañales para recoger y canalizar las aguas residuales, tanto de procedencia pluviométrica como humana. Sin alcantarillas no hay pensamiento racional. Pero aunque en algunos lugares de Asia ya existían esas canalizaciones 1.500 años antes de Cristo, eran comunes en la Grecia de Pericles y la antigua Roma (Aristóteles ni siquiera hubiera podido nacer en un lugar sin alcantarillado), lo cierto es que esos primitivos desaguaderos estaban lejos de lo que hoy entendemos como alcantarillas, por cierto un nombre de origen árabe. En realidad, hasta bien entrado el siglo XIX no dispusimos de verdaderas cloacas bajo las ciudades, un mundo oculto pero muy peligroso lleno de ratas, maleantes y hasta polis más o menos corruptos luchando a muerte. Allá por 1862, en Los miserables de Víctor Hugo, ya salen las alcantarillas de París, una cosa realmente tenebrosa en el subsuelo de la ciudad más brillante del mundo. Ahí empezamos a comprender que lo uno exige lo otro, y aunque todavía no conocíamos las cloacas de Viena en El tercer hombre, ya intuimos que sin vastas y laberínticas redes de alcantarillas subterráneas, cargadas de detritus, residuos fecales y ratas de dos kilos, no hay forma de lograr una apariencia de civilización y cultura. Sólo se puede caminar con cierta elegancia, y mantener la cordura, por encima de estas hediondas cloacas subterráneas. Collodi, el satírico autor de Pinocho, escribió otra novela para niños, Aventuras de Susi y Biribisi, en la que estos dos jóvenes aventureros intentaban llegar al centro de la Tierra por las alcantarillas. No lo lograron, pero aunque entonces no existía la expresión cloacas del Estado, se enteraron de lo que es la vida y de lo vale un peine. No hay civilización sin alcantarillas, ni Estado sin cloacas. Se trata de un invento antiguo que tardó milenios en perfeccionarse. Pero ningún invento es eterno, y ahora algunos analistas aseguran que todas las alcantarillas del mundo están reventando. Otra vez cloacas a cielo abierto.