Ser un perfecto canalla, lo que de por sí incluye parecer el mejor de lo hombres y víctima de los ataques de otros canallas imperfectos, no era nada fácil. No basta carecer de escrúpulos y actuar siempre y únicamente según tus intereses; eso ya se da por descontado. Además, se requería cierta cultura humanista y grandes cualidades para el engaño y la seducción, así como tener suerte (condición indispensable para Napoleón) y alcanzar pronto algún grado notable de poder, ya que si se carece de él, o bien las canalladas no están funcionando (un canalla incompetente), o bien duran poco porque ya todos están enterados y adoptan precauciones. Un canalla descubierto en su mar de canalladas, ya no puede seguir desarrollándose y perfeccionándose. Se queda corto, en proyecto.
Cómo ser un perfecto canalla
23/02/25 4:00
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