19/01/25 4:00
La aflictiva situación parecía insalvable, hasta que el padre del pésimo alumno, para paliar su malestar, invitó a cenar al maestro de su hijo. Al cabo de una larga noche dispuesta de caldos y agasajos, deleites del oído por comedidas palabras, el docente regresó a su casa cargado de dádivas. A la mañana siguiente, el peor estudiante se había convertido en el mejor alumno… Palabra más, palabra menos, esta historia, contada hace casi más de cuatro mil años, y todo acaba por saberse, indica que el soborno era una de las costumbres más antiguas de la Civilización. La prueba fue descubierta en Mesopotamia a orillas del río Éufrates, que por allí discurría con su hermanado Tigris.