TW

Nos encontramos a mitad de la llamada cuesta de enero, es una cuesta que se nos presenta cada año para que hagamos conciencia de los gastos que nos quedan por cubrir y esos otros que jamás se llegarán a solventar. Quienes tienen mucho se quejarán de la carestía de la vida pero poco más por la sencilla razón de que al tener las espaldas cubiertas el mundo no se les va a hundir. Luego tenemos a esa gran mayoría que tiró la casa por la ventana en estas pasadas fiestas en la convicción de que son cuatro días y hay que disfrutarlos y por último tenemos a ese otro que no ha podido tomarse lujo alguno porque justo tienen para llegar a final de mes y sobrevivir es su meta. Lo cierto es que de cada año no solo esa cuesta es más pronunciada sino que el panorama real es que nos van a quedar muchas más por subir.

Noticias relacionadas

Y mientras buscamos como locos atajos inexistentes nos llegan las rebajas, esas cosas que uno siempre ha deseado pegando su nariz en los escaparates mientras observabas las etiquetas a precios inalcanzables, al fin llegan a nuestras manos bajo esos curiosos precios gancho de a 99,80 para que veamos que ya no son a 100. Es esa tentación tardía tan necesaria para nuestros comercios y que nos deja los ojos abiertos de par en par como los de un niño ante una montaña de chuches. Bienvenido sea todo y afortunados si podemos acceder a ello con los menos sacrificios posibles.