Al final de un viejo año, me gusta repasar mentalmente lo acontecido en él, lo que haya sido relevante para mí, para luego poder dar paso al siguiente año sin nebulosas; es como hacer una limpieza mental de los temas que para bien o para mal me ha llegado al alma… y echarlos fuera, para que tengan cabida todos los nuevos que seguramente me tocará vivir; o eso espero.
Sin duda lo peor a nivel mundial son las guerras que arrasan grandes zonas de nuestro planeta; y en España la maldita inundación a la que ahora le dan el nombre de DANA, que tanto dolor y destrozos ha causado. Y que los malos gobernantes que tenemos no han sabido atender de forma rápida y eficaz. Por la zona de Valencia siguen con el lodo y las montañas de coches, sin que nadie aporte soluciones de verdad; mientras los políticos siguen discutiendo sobre nimiedades, intentando tapar la «mierda» que cada uno esconde bajo su alfombra.
Otro tema lacerante es el que, a día de hoy, ya tenemos 49 mujeres muertas a manos de sus exparejas o maridos. Ese gobierno que se las da de progresista no es capaz de evitar ni una sola muerte; por más leyes que saque… nos siguen matando. Tal vez sería importante que cuando alguien esta con graves problemas psíquicos, pueda acudir rápido a un psiquiatra de la Seguridad Social, no que te den para dentro de tres meses, como mínimo. Menos gastos superfluos, menos propagandas... y más gasto en Sanidad y Educación.
También hay alguna cosa positiva, pero cuesta encontrar algún grano entre tanta paja. Quizá uno importante sea que podamos seguir con trasporte gratis. También estamos aprendiendo a tomar en cuarentena noticias poco fiables, los mayores nos hemos vuelto más desconfiados en todos los ámbitos; a tortazos estamos aprendiendo a defendernos de tanta estafa y desaprensivos.
Como mi columna está limitada a unos 1.500 caracteres, no voy a poder extenderme mucho, y seguro que se me quedan muchas cosas en el tintero.
A título personal, he tenido momentos difíciles, con problemas de salud, pero con esfuerzo y obstinación todo se supera, o casi todo.
He podido hacer un par de viajes, en plan barato, y tener ocasión de ver en vivo mi primer musical, que tanto me apetecía. Mi familia está bien, yo también; y si no se me estropea, acabaré el año feliz, brindando con mi marido por un año más juntos.
Ya solo quiero desear que la salud acompañe a mis lectores y amigos/as; que eso, cuando te haces mayor, es lo más importante, todo lo demás es superable. ¡Brindo por la salud de todo el mundo y el final de las guerras!