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Vinieron desde Estados Unidos para defender la República y luchar contra el fascismo. Eran jóvenes, eran idealistas, eran soñadores sin remedio en la lucha por conseguir un mundo mejor. La mayoría provenía de partidos y asociaciones de izquierda estadounidenses y carecía de la más mínima formación militar. Su instrucción aquí fue muy escasa. Participaron en la batalla del Jarama, en Belchite, en Teruel y en muchas otras más. Cientos de ellos murieron en España defendiendo sus ideales. El batallón estuvo compuesto siempre por entre 400 y 600 brigadistas. En cada combate, en cada batalla, eran muchos y muchas los que morían. Por la Brigada Lincoln llegaron a pasar dos mil quinientos jóvenes estadounidenses. Para ellos la guerra de España era la primera batalla de la gran guerra contra el fascismo, la Segunda Guerra Mundial, que tuvo lugar poco después. En España fueron derrotados, y lo volverían a ser en Estados Unidos cuando, acabada la guerra, se inició la caza de brujas del macartismo y fueron considerados peligrosos izquierdistas al amparo de Moscú. Hoy esa percepción ha cambiado y se les considera jóvenes idealistas capaces de dar la vida por defender la democracia frente al fascismo.

La nieta de Charles Nusser, uno de aquellos brigadistas, encontró entre los papeles de su abuelo una obra de teatro que escribió contando su vida en nuestras trincheras. Es un texto impresionante escrito por alguien que vivió aquellos sucesos en primera persona y que transmite lo que aquellos jóvenes vivieron y sintieron defendiendo la libertad. Es un texto que nunca ha sido subido a un escenario. El próximo 20 de febrero la Asociación de Amigos de las Brigadas Internacionales rendirá en Madrid un homenaje a la Brigada Lincoln al que asistirán, venidos expresamente de Estados Unidos, muchos de sus descendientes. Dentro de ese homenaje se realizará la lectura dramatizada de Los voluntarios, la obra de Nusser. Sin duda será un momento cargado de emoción en el que, por primera vez, esos hijos, nietos y bisnietos de quienes dejaron sus vidas en nuestras trincheras podrán escuchar lo que ellos sintieron en las voces de jóvenes actores españoles de hoy.

En estos tiempos en los que revive con fuerza el neofascismo en todo el mundo y amenaza seriamente la democracia es no solo importante, sino imprescindible, recordar y rescatar del olvido a aquellos jóvenes idealistas que vinieron a morir en tierra extraña para defender todo aquello en lo que creían. Estamos en deuda con ellos. No merecen que los olvidemos.