Una jornada cualquiera en sede judicial, la de este pasado miércoles, por ejemplo, permitió exponer por enésima vez las vergüenzas de los juzgados de Ciutadella para desesperación de funcionarios, jueces, fiscales, abogados y usuarios en general.
La lluvia caída a lo largo de la noche provocó decenas y decenas de goteras en las dependencias que ocupa el Juzgado Social y en la sala de vistas en la que se celebran los juicios penales.
Los cubos de distintos colores y tamaños se dispusieron a lo largo de la planta para mitigar la persistente caída del líquido elemento desparramado en abundancia por todos estos lugares.
Es curioso que año tras año el presidente de turno del Tribunal Superior de Justicia de Balears incluya en su memoria el estado lamentable en que se encuentran las sedes judiciales de Ciutadella en la calle República Argentina. Este diario se ha hecho eco repetidas veces de la acumulación de expedientes en el cuarto de baño y en los pasillos por la falta de espacio. Ahora hemos conocido que también las carencias del Juzgado Social, en la plaza des Born, le dejan en una situación más que precaria.
Pero por más que esa memoria anual recoge con calificativos contundentes las tercermundistas dependencias judiciales de Ciutadella, siguen pasando los ejercicios y el futuro palacio judicial que ha de construirse en una parcela de Santa Rita aún no tiene calendario para su ejecución. En el mejor de los casos será una realidad en 2028, dentro de cuatro años, es decir, 11 años después de que el Ayuntamiento propusiera la zona de Santa Rita para la construcción del nuevo edificio judicial.
La última noticia es que el Ministerio de Justicia acaba de convocar el concurso público para la redacción del proyecto. Visto el proceso seguido hasta el momento, mejor será que los funcionarios preparen más cubos y fregonas.Les harán falta.