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El dócil despertador ya no repica. El ciclo instintivo de un sueño poco profundo lo releva antes del alba, cuando despide a la noche. «Es Diari» convoca a maitines. Cercas sustituye a Marías en la silla ‘R’. ¿El trono en Redonda, con su lema ‘Ride si sapis’ [’Ríe si sabes’] seguirá vacante? La agenda nos recuerda la presentación de un libro de sentimientos entretejidos con geografía del alma, ‘Si una mañana de verano’, dice el autor, de un viajero, con guiño a Italo Calvino, en la certeza de sus refugios familiares arraigados en el Mediterráneo. Con mención conmovedora por la pérdida de las que han sido nuestras casas a lo largo de nuestras vidas. Principalmente la de los abuelos, paraíso perdido de nuestra infancia, cuando todavía no habíamos padecido las mermas más lacerantes.

Sin pasado no somos. Del ‘gatopardesco’ escritor mallorquín, hermano de letras, como lo describió Pérez-Reverte, me hablaron elogiosamente Jordi y Juanito, uno y otro, ávidos de las buenas letras. Llop, ese autor palmesano, con pose digna, cuasi de purpurado ignaciano en sus formas, personaje refinado de prosa y más de poesía ‘con chaleco’ de amplia cultura, de humor fino y espléndido, de endulzada anécdota, y tintinmaníaco según Vila-Sanjuán, fue presentado por Clara Pastor, cumplida introductora. El verbo se hizo carne en el Ateneo. El deleitable coloquio habitó entre el auditorio. Buenas noches, y buena suerte…