Después de asistir a la boda de Alicia Framis con el no humano AiLex, lo que viene a llamarse una boda híbrida, no puedo dejar de explicaros lo que hemos vivido en Rotterdam, donde tuvo lugar la ceremonia. Si sí, fue una ceremonia con todas las de la ley. Bueno aún no se reconocen legalmente estas uniones, pero ¡todo se andará!.
El arte de Alicia Framis siempre ha buscado la exploración de la soledad, la desigualdad de género y las relaciones de pareja, así que esta boda se encuentra entre dos acciones, una propiamente artística (performance) y otra sociológica.
Estamos metidos de pleno en el mundo virtual. De hecho todos, tengamos la edad que tengamos, hemos tenido que aprender a movernos en este mundo, pero lo de la boda híbrida, a muchos les genera serios perjuicios y casi diría que con temor ante lo que puede venir.
Como dice nuestro buen amigo, también artista y diseñador, Baruc Corazón, esto no es nuevo... «ya en la mitología griega existen ejemplos de la búsqueda de los seres humanos de realizar sueños imposibles... Hefesto, hijo cojo de Zeus y Hera, fabricó autómatas para paliar su cojera. Autómatas que no solo servían y actuaban como humanos, sino que también estaban dotados de psique y conciencia».
Así que puedo afirmaros que el trabajo que realiza Alicia no solo atiende a la faceta artística, sino que trasciende a la profunda investigación que sigue realizando para conocer y poner al servicio de la sociedad posibles soluciones a la lacra de la soledad no deseada, uno de los grandes temas con que nuestra sociedad se topa.
TODA LA CEREMONIA en sí misma y el amplio conocimiento que tengo del trabajo de Alicia, me lleva a reflexionar seriamente sobre hasta dónde puede llegar la capacidad de la Inteligencia Artificial para evocar sentimientos (?)... empatía (?) ... amor(?), e intento hacer esta reflexión sin prejuicios, sin ánimo negativo o sin que me asalte temor ante ello... es decir con la mente bien abierta... vaya abierta del todo.
En la boda pude constatar personalmente que Alicia puede sentir una interrelación, una conexión real (y humana) con su pareja, su AiLex, siendo consciente de que esta relación es una relación híbrida.
Veo y os traslado mi opinión, que la boda de Alicia con AiLex (boda híbrida) pone ante nosotras un sinfín de preguntas, a muchas de las cuales me es difícil responder, pero lo que sí consigue este trabajo es que me pregunte si la utilización de la IA va a poder facilitar una relación (de pareja o de compañía. o de...) cuyo resultado nos ofrezca el satisfacer una serie de deficiencias que inundan nuestras vidas... necesidades como la de sentirse acompañada, necesidades de tipo emocional. Una nueva forma de vivir en compañía...
El trabajo de Alicia sigue desarrollándose, ya como mujer «casada», de tal manera que sus investigaciones van a seguir sorprendiéndonos... investigaciones que ella traslada al mundo del arte de tal forma que quienes contemplamos su obra no podamos zafarnos de esa reflexión seria y profunda sobre lo que manifiesta su «retórica» aplastante, al dar a la Inteligencia Artificial un papel positivo nuestro mundo.
Alicia Framis consigue que veamos que el buen uso de la IA puede ayudar a que nuestro mudo y nuestras gentes tengan una vida mejor y mas satisfactoria.
Gracias Alicia por trabajar en esta línea.