La coladuría de mi casa parece una estación de reciclaje porque a la basura de toda la vida hemos ido añadiendo según las recomendaciones la bolsa para envases y plásticos, la del papel, la del vidrio, las pilas usadas, incluso textiles que se pueden aprovechar para otras cosas. Cada vez que la veo me entra cierta vergüenza ajena porque estoy convencida de que ese esfuerzo diario que hacemos la mayoría de los ciudadanos cae en saco roto y se nos ríen a la cara, en parte con razón. Se celebra en Bakú una nueva cumbre climática, de esas que periódicamente convocan las más altas instancias planetarias para no se sabe qué, aparte de contaminar lo que no está escrito y seguramente firmar bajo la mesa convenios bochornosos para la humanidad.
El rayo verde
La cumbre
17/11/24 4:00
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