«Le llamaban Manuel, nació en España», cantó Serrat después del episodio incalificable de su retirada como representante en Eurovisión, sustituido a última hora por Massiel, que acabó ganando con «La, la, la», canción del Dúo Dinámico. Joan Manuel Serrat había intentado cantar en catalán –pecado imperdonable— y ahora cantaba a España en una canción con la historia de un españolito que vienes al mundo te guarde Dios, como diría Machado. Casa de barro, tierras del señor, olivo del amo, soga de esparto… Serrat siempre ha tenido en sus letras ese contenido un tanto dramático que toca la fibra sensible de los corazones populares, y en ello –además del timbre suave de su voz– puede radicar parte de la clave de su éxito. A lo mejor la otra parte debería de buscarse en su actitud vital, su dignidad mantenida a todo trance, su elegancia y el pelo –la fe– que perdí, mi camino y… mi carreta («Poema de amor»). Y sus ripios, por supuesto: pareados recurrentes (flor/amor, candil/abril, pan/refrán…) «Nació en España… de barro y caña… tras la montaña…». Me olvidaba de las melodías, algunas muy interesantes, como la famosa de «Mediterráneo» o la intimista de «Paraules d’amor» («senzilles i tendres. No en sabíem més, teníem quinze anys»). El catalán, como el francés o el inglés, resulta más musical que el castellano –o español-, y el primer Serrat, más natural («Una guitarra»: «Me la van regalar quan em voltaven somnis dels meus setze anys, encara adolescent…»).
Les coses senzilles
Le llamaban Manuel
05/11/24 4:00
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