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La catástrofe del siglo sobre Valencia –que ha marcado el tramo final de la semana y seguirá marcando los meses y los años– motivó que, el miércoles, decidieran los grupos parlamentarios suspender las ruedas de prensa donde se cruzan valoraciones y reproches sobre el pleno del día anterior. Volverán el próximo martes, de eso hay pocas dudas, y ese día,    portavoces de todos los grupos que se fotografiaron juntos ante la gravedad de los hechos,    retomarán lo que dejaron de decir sobre la sesión plenaria que, entre otras cuestiones, aprobó (y a la vista de    lo acontecido en la de Valencia, pero también en otras comunidades, resulta mas difícil de entender que de explicar) una reforma legal que levanta la prohibición    de que las personas menores de edad vayan a los toros en Balears. Ahora, los menores de 16 años tendrán que ir en compañía de mayores. Era una de esas propuestas de Vox que el PP ha aceptado. Y por eso ambos partidos votaron a favor.

Ilustración: Zaca

Tanto Sergio Rodríguez (ese diputado de Vox que en la legislatura anterior propuso «acabar con todas las garrapatas, cucarachas y chinches» del departamento de Memòria Democràtica) como la diputada ‘popular’ Cristina Gil se esmeraron a fondo en su propuesta. La diputada Gil, todo hay que decirlo,  sin crecerse tanto como Rodríguez, que llegó a espetar a la izquierda lo siguiente: «Somos superiores en todo a ustedes, en moral, en ética y en estética». Hábil estuvo, eso sí, en recordar algunas expresiones del lenguaje de la tauromaquia que han pasado al habla cotidiana. Se dejó alguna: ejemplo, que cuando hay que tomar una decisión que podría parecer difícil se dice «hay que coger el toro por los cuernos».

El toro es Vox y el PP quien analiza un día sí y otro también cómo actuar con el toro de Vox y hasta dónde torearlo. Cada martes de pleno, la presidenta Prohens, da unos pases durante el turno de preguntas de control, mira al tendido y le deja marchar, a veces exhibe unas banderillas (sin intención de hacer mucha pupa) y reserva el estoque para exhibirlo (a veces de manera clara, otras con insinuaciones) ante el diestro (bueno, en realidad escribe con la izquierda) Iago Negueruela.

Habrá que esperar al debate de Presupuestos para ver cuál es la fuerza, o ‘bravura’,  del toro de Vox.