Y me pregunto si tanta notícia sobre la actuacion o la no actuación de quienes están en el poder viene a cuento de que estas personas no tienen ni la más remota idea de lo que es la honestidad.
Algo tan maravilloso como es ir con la verdad por delante, para ell@s se transforma, o eso parece, en una pesada carga que han de liquidar a cualquier precio, que han de ocultar en lo más hondo de su memoria, que han de disfrazar para poder seguir en sus espacios de poder... y yo me pregunto ¿cómo puede ser que sean tan desvergonzados? ¿Tan irreverentes? ¿Tan irresponsables?
Es evidente que la falta de honestidad no es solo patrimonio de los que mandan, de quienes ejercen su trabajo teóricamente en beneficio de los ciudadanos... deshonest@s hay por muchos rincones, pero es que la deshonestidad de quienes dirigen un país, de quienes deciden esto o aquello nos afecta a todos, esa deshonestidad tiene unas consecuencias muy graves, muy dolorosas... decepcionantes.
Los ciudadanos estamos muy hartos de tales formas de actuar, ya nos hastía verles delante de las cámaras buscando la manera de dar la vuelta al escándalo, buscando mil excusas para «salvarse»... y evidentemente aprovechando el micrófono para cargarse a la oposición que, desgraciadamente, también brilla por su falta de honestidad.
Otra artimaña muy usada es el silencio... extender sobre la verdad un manto de silencio bajo la idea de que «ya se olvidarán de esto porque mañana saltará otra noticia que tapará la nuestra»... así juegan con nosotros... los ciudadanos que ante tanta porquería creemos no poder hacer nada... ¿ pero es eso verda?, ¿es que no podemos hacer nada?...
Seamos honestos, al menos nosotras, las que no ostentamos ningún cargo político o no está en nuestras manos ejercer influencia sobre ell@s... Podemos protestar, claro que sí!
De hecho hay mucha gente en las calles, muchas personas exigiendo la verdad, exigiendo honestidad, pero parece que ell@s están en una burbuja acristalada e insonorizada a donde no les llega nuestra voz.
Ante tanta mentira, tanta incapacidad , tanta falta de valores, tanto ocultismo... debemos reaccionar, cada una a su manera, desde su posición, con la fuerza que pueda tener... podemos no callar, podemos unir nuestras voces a quienes ya están hablando fuerte y claro.
No podemos seguir calladas, hay demasiada porquería en lo que nos afecta, no solo referente a los últimos acontecimientos de violencia masculina, de inacción por quienes se llenan la boca diciendo que su prioridad es esta o aquella y resulta que son los primeros en callar y ocultar... sino en tantas actuaciones de abuso de poder, de negligencia, de mal gobierno.
Porque la honestidad debería ser el valor principal de cualquier persona que se otorga el papel (que le da las urnas) de velar por nuestro bienestar, por defender el bien común.
Honestidad: Ser franco, decir la verdad y mostrar respeto hacia los demás.
Es más que no mentír.
Francamente estoy muy muy decepcionada, cada día me asalta la duda de leer o no la prensa ante la certeza que un nuevo acto de deshonestidad aparecerá por aquí o por allá.
Decepcionante.