De eso hace ya algún tiempo, pero entre 1855 y 1860, cuando la sede actual del Parlament era la del Círculo Mallorquín, se representaron en sus salones diferentes obras del teatro. Una fue «Divertida broma». Otra, «El puñal del Godo». El Círculo Mallorquín llegó a tener algo parecido a un grupo teatral profesional compitiendo, incluso, con la Casa de Comedias, el hoy Teatre Principal. Así lo recoge Jaume Munar Arrom en su tesis Aquell Círculo Mallorquín; un trabajo -y eso es una lástima- que no se ha publicado todavía como libro. Incluso podría formar parte del material que reciben sus señorías -junto al Reglamento de la Cámara- cuando toman posesión de sus escaños. Ya no hay temporada de teatro en el edificio del viejo Círculo Mallorquín -igual que tampoco hay bailes, ni competiciones de esgrima ni se juega a las cartas, ajedrez o ruleta- pero, cada martes de pleno, se oficia en su Sala de las Cariátides algo parecido a un teatrillo.
Análisis de la semana en las Islas
El teatrillo de los martes
22/10/24 4:00
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