«La coordinación fue perfecta, estuvimos permanentemente conectados e informados, fueron los técnicos quienes tomaron las decisiones porque son ellos quienes establecen las prioridades, y lanzamos avisos desde los canales de comunicación del Consell para que la gente no pasara por las carreteras, la competencia corresponde a Emergencias».
Así de contundentes se manifestaron el presidente del Consell, Adolfo Vilafranca, y el conseller de Cooperación, Simón Gornés, al respecto de la gestión de la DANA hace una semana, el día después de que asolara el centro de la Isla a su paso por Es Mercadal y Es Plans, causara cuantiosos daños materiales y pusiera en verdadero peligro la vida de 16 personas.
Los políticos, incluida la ministra de Transición Energética, Teresa Ribera, y los alcaldes de ambos municipios, quisieron subrayar que el conocimiento previo del fenómeno que se aproximaba facilitó la respuesta porque estaban prevenidos.
La versión ofrecida por los responsables de la institución insular, no obstante, sería otra de no haber mediado la intervención de la Guardia Civil y sus recursos aéreos con el apoyo de otros cuerpos de emergencias. El rescate en el helicóptero de la Benemérita de esas 16 personas aisladas en los tejados de viviendas de Es Plans, evitó que las valoraciones posteriores fueran otras.
Si realmente la coordinación fue perfecta, como defiende el Consell, a partir de los reiterados avisos de la Agencia Estatal de Meteorología en Balears en los días precedentes, las decisiones que se adoptaron resultaron insuficientes por más que la tromba de agua en pocas horas resultara ingobernable.
Coches aparcados junto al torrente de Es Mercadal, familias en las casas de Alaior, en una zona inundable cada vez que descarga una tormenta fuerte, y vehículos atrapados durante cuatro horas en la carretera general cuestionan lo sucedido, tanto como la lamentable insensatez de muchos particulares que hicieron caso omiso de las indicaciones que se recibieron.
