TW

En este caso, el del Océano Índico. En su costa, han optado por «veranear» veinte miembros de nuestro Ejército de Tierra que forman parte de la misión europea EUTM Somalia. No están solos: la misión la componen unos 200 efectivos de varios países europeos; cerca de ellos otros españoles de EUCAP, misión hermana de carácter policial. Viven algo alejados de la capital Mogadiscio en una franja de terreno de 4 km de largo por uno de ancho, lindante con el mar, que engloba la pista del aeropuerto internacional (MIA) y una variopinta colección de mini bases que componen el International Campus (IC), pertenecientes a misiones militares, policiales, organizaciones, embajadas e incluso empresas, que han crecido con los años sin pausa ni control, creando un laberinto de muros y alambradas que hace difícil ubicarse, especialmente al llegar. Alrededor del MIA un muro guardado por las fuerzas de la Unión Africana (ATMIS), nos separa aún más del mundo exterior.

Quien así lo explica es el coronel Enrique Mateo de Navascués, senior español1 Jefe del departamento de Entrenamiento de la misión. La seguridad prima sobre cualquier otra condición. Los miembros de EUTM son los únicos autorizados a portar armas. La propia instrucción de los somalíes se realiza con reproducciones de Kaláshnikov. Recuérdese que, tras la agresión desde Somalia al comercio marítimo mundial, la misión tuvo que establecerse inicialmente en 2010 en la vecina Uganda, hasta que en 2013 se trasladó a su actual emplazamiento. Quince años de esfuerzos e inversión de la UE que intenta crear unas fuerzas armadas somalíes eficaces: «armonizando necesidades, capacidades y realidades» de lo que no dejaban de ser, unas milicias pertenecientes a clanes, parte de ellos controladas por el Gobierno federal central, otras por los gobernadores regionales. «Aquí no hay problemas de etnia o religión; el problema es la estructura tribal que lo impregna y retuerce todo».

La gestión de la vida del IC, sorprende a nuestros militares muchos de ellos ya, con amplia con experiencia en otras misiones: una empresa sudafricana Africans Skies Limited (ASL) gestiona la instalación en modo «todo incluido», empezando por la seguridad del recinto. Así, junto a la llave del alojamiento, recibimos una pulsera con un chip para abonar todos los servicios. Mateo, me habla de «la buena comida bajo la atenta mirada y cálida sonrisa del cocinero jefe, un sudafricano de casi dos metros y no menos de 150 kilos que siempre nos pregunta cómo ha ido el día», de «nuestro fiel Mukthar el encargado de la logística» o de «nuestros siempre sonrientes conductores keniatas». Otra característica diferencial de la misión, es que permite finalizado el trabajo diario, vestir de paisano. A ello, añade el coronel, aunque contribuya en su conjunto a dar una visión cosmopolita y más discreta de nuestra presencia, «no acabo de acostumbrarme: lo siento, soy de Infantería». «Sesión en un buen gimnasio recién renovado, una tienda bien surtida, aunque no barata, de bienes de primera necesidad y algún que otro capricho, hacen que podamos considerar que nuestras condiciones de vida son muy buenas, salvo que al estar en cabecera de pista del aeropuerto, unos 120 aviones diarios de todos los modelos, algunos modernos como en cualquier otro aeropuerto, otros pasados de serie como los Caribús2, pasen rozando nuestros tejados».

Dos equipos se encargan de materializar la misión: uno de asesoramiento (AT) que apoya a la cúpula militar somalí sobre cómo deben estructurarse y organizarse unas fuerzas armadas modernas en áreas de personal logística, contabilidad y educación/formación y un equipo de Entrenamiento (TT) que proporciona cursos diseñados especialmente para cada    necesidad operativa. La UE ha desarrollado en estos quince años, 200 de estos cursos a los que han asistido mas de 9.000 militares, siempre -recalca Mateo- en base a solicitudes somalíes. Es importante lo que matiza: «a diferencia de otros actores internacionales, EUTM ha elegido el camino más largo y arduo, pero a la larga más efectivo; nuestra filosofía es ayudar, no imponer; la UE contribuye con mucho dinero en mejorar equipos e infraestructuras; se ayuda en la gestión y se supervisa el gasto, pero ellos deben planificar y decidir». «Esta filosofía es parte de la gran valoración de EUTM en la región». En lenguaje llano, enseña a pescar en vez de dar el pescado.

Crónica entrañable de un buen observador con experiencia constatada en otras misiones, capaz de poner como «muy buenas» sus condiciones de vida, cuando bien sé que difícilmente lo son, alejados de sus familias en pleno verano.

¡Gracias por vuestro esfuerzo en Somalia, que redunda en nuestra propia seguridad!

1 Senior: más antiguo. Jefe del destacamento nacional.

2 Turbo hélices canadienses bien conocidos en España a partir de los 80, muy aptos para lanzamiento de paracaidistas por su puerta trasera.

* Artículo publicado en «La Razón» el jueves 8 de agosto de 2024.