Cuando uno visita el Reino Unido lo primero que nota es que se parece a Estados Unidos. En realidad, claro, es a la inversa. Pero siempre la impresión es que eso no es Europa, o al menos no lo es tanto, porque parece mirar hacia el Atlántico mucho más que el viejo continente. Por eso el Brexit no sorprendió demasiado, porque estaba claro que los británicos se sentían encorsetados en una alianza en la que mandaban otros. Con motivo del partido de fútbol que enfrentó a las selecciones inglesa y española en la Eurocopa se vieron comportamientos patéticos por parte de aficionados que llenaron calles y plazas al grito de «Gibraltar, español», algo tan rancio y ridículo que parece mentira que pueda seguir vigente en pleno siglo XXI.
Brexit
25/07/24 4:00
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