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Gabriel Le Senne cumplió años el jueves, justo un día antes de que el Parlament que preside colgara una bandera LGTBI en una de sus fachadas. Este episodio y su queja de que la Mesa aprobara esa medida han marcado, junto a su gesto de arrebatar y romper (según él, sin intención) la fotografía de Aurora Picornell, echaron por tierra cualquier posibilidad de sacar brillo al primer año de su presidencia de la Cámara. Pero le ha dado visibilidad. Fue elegido con los votos de su partido, Vox, y los del PP el 20 de junio de 2023. Aquel año no hubo bandera arcoíris en el Parlament. Si el PP se opuso entonces, fue porque se estaba negociando la investidura de Marga Prohens para presidir el Govern. El jueves se cumplirá un año.

Ilustración: Zaca

El malestar (o la incomodidad) del PP con Vox, que existe, no llegará al extremo (más allá de la aldea gala y desquiciada del Consell de Formentera) de pedir abiertamente la renuncia de Le Senne por la gestión de su ira en el debate de derogación de la Llei de Memòria i Reconeixement Democràtics (ese nombre tan largo fue una aportación del PP cuando la norma se aprobó en 2018) ni tampoco montará un cirio –aunque en este caso se permite más margen de maniobra– con el asunto LGTBI. Hubo una época en que Vox no tenía representación en el Parlament balear y eso hacía que los ‘populares’ tuvieran menos reparo en aprobar propuestas sin temor a incomodar a sus socios.

Esta ha sido la Semana del Orgullo que tuvo su día más señalado el 28. Los colores de la bandera LGTBI han ondeado en todas las instituciones, también en el Parlament, donde su presidente ha alcanzado total visibilidad, no sólo en Balears sino en el resto de comunidades autónomas. Y no puede pasar desapercibido, por eso, algo que sucedió el martes: que la presidenta del Congreso, Francina Armengol, se dirigiera expresamente a la presidenta del Govern, Marga Prohens, para ofrecerle los votos del PSIB, «sin condiciones», relevar a Le Senne y votar a quien propusiera el PP.

Armengol hizo el ofrecimiento en su calidad de secretaria general del PSIB. Eso supone, y en el PSIB no se baraja otro escenario de momento, que Armengol no le ha dicho adiós a la política balear ni al liderazgo del partido. Durante su primer Govern (2015-2019) se aprobaron una serie de leyes que identifican a ese ejecutivo con el de la primera legislatura de Zapatero. Una de esas leyes fue la de memoria y otra la de personas desaparecidas, o fosas. Pero también es de la cosecha 2015-2019 la ley de derechos de personas lesbianas, gays, trans, bisexuales e intersexuales y erradicación de la LGTBIfobia. Eso es la ‘ley LGTBI’ que ponía colofón a una intensa lucha que se había iniciado en Balears a finales de los setenta del siglo pasado. Va a resultar curioso que la Semana del Orgullo 2024 haya dado más visibilidad que nunca a Vox y a Gabriel Le Senne. Que hasta tiene ya una punkicanción.