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Bueno, déjenme que les cuente cómo más o menos funciona la cosa: Un día, de repente, quizás después de una fiesta con glamour, un listillo o listilla con resaca se levanta y tiene una iluminación de pocos watios (tipo bombilla de nevera).

«Eureka», se dice a sí mismo/a. Acto seguido, llama a su jefe que también está por los suelos pensando en el cielo. «Jefe -le dice-, ya tengo la piedra filosofal para acabar con el Gobierno democrático: acabo de inventar el ‘sanchismo’, que no quiere decir nada pero que será un mantra para nuestros acólitos y una palabra facilona, para los que no se enteran de nada y van de saberlo todo». El jefe se relame en sus babas ávidas de poder y le promete al susodicho/a una dirección general o incluso un ministerio si la cosa funciona.

Así empieza a rular la palabra «sanchismo», más o menos. La maquinaria de los partidos y los medios de comunicación afines empiezan a sembrar en las mentes el mote; lo utilizan para todo, esta es la consigna que repiten como loros o patos frustrados, hasta en la sopa de letras tienen alucinaciones que toman por premoniciones y, lo que es peor, se sienten creativos, originales, ocurrentes…

«Sanchismo» cala, con tono peyorativo y despreciativo, enfocado a una persona -qué ridiculez, pero funciona-. Ahora los españolitos/as tienen una nueva palabra y venga, a machacar sus neuronas aburridas pensando que hacen gracia y aparentando saber algo. Pero sigamos el juego a otros niveles públicos.

En Menorca, por ejemplo, tenemos el «villalonguismo» en el Consell Insular o, en Es Castell, el «campismo», sin ir más lejos. Es así de fácil, venga anímense y empiecen a sembrar «ismos», con sus alcaldes, presidentes autonómicos, consejeros, directores generales y etcéteras con poder. Les aseguro que pasarán un ratito distraídos, aunque sea una memez el tal ejercicio semántico.

Bueno, después de la idiotez que les acabo de escribir y describir, tengan presente que ustedes se quedarán igual de solitos/as, porque no tienen poder, amiguetes o medios de comunicación que les hagan la pelota o el juego. Eso sí, se creerán saber algo de nada.