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Después de los últimos disturbios en el enclave de Font de la Pólvora, en Girona, el barrio en el que viven sobre todo miembros de la etnia gitana -enfrentados en clanes- que se ha saldado con dos muertos a tiros de AK-47, se ha abierto un debate importante sobre cómo es posible que hayan llegado hasta Girona esos fusiles de asalto de fabricación soviética.

La proliferación de mafias de todo tipo vinculadas especialmente con el tráfico de drogas ha incrementado la violencia en muchos lugares, pero sobre todo ha introducido un montón de armas poco habituales. Cabe recordar que en Mallorca en los años 80 se produjeron tiroteos en el entonces barrio chino con fusiles similares, y que la situación cada vez está más caliente. Los ciudadanos parece que acaban de descubrir el AK-47 en unas calles en las que ha estado habitualmente, pero ahora se disimula mucho menos. Pinta muy mal el asunto.