La de nuestros padres habrá sido la única generación capaz de acumular riqueza de forma masiva. Por supuesto seguía habiendo clases sociales, pero fue un tiempo -entre los sesenta y los noventa- fructífero para la mayoría. La clave fue, en España, unos impuestos bajísimos, precios razonables y cierta alegría salarial en un país con muchas oportunidades. Esa generación, a la que llaman de hierro por su fortaleza y capacidad para superar catástrofes, está desapareciendo ahora, con una altísima longevidad y un generoso legado. Nosotros, la generación X, aún en edad de trabajar, llegamos a tiempo de acumular ciertos privilegios, aunque nos pilló de lleno el crack de 2008. Nuestros hijos, los del cambio de milenio, andan atrapados en el limbo. La gran depresión les salpicó siendo niños y ahora que se están convirtiendo en adultos el panorama es casi de posguerra.
El rayo verde
La herencia
16/05/24 4:00
También en Opinión
- El caso de un restaurante de Maó: «No podemos servir cenas porque no hemos encontrado personal»
- Un accidente con tres heridos obliga a cortar la carretera general durante dos horas
- La frase más repetida esta temporada turística en Menorca: «Más gente, pero menos gasto»
- Estas son las playas de Menorca que desaparecerán a finales de siglo
- Estos son los estudiantes de Menorca con mejores notas en la Selectividad: ¿qué estudiarán?