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Durante años hemos visto un lento progreso en el desarrollo de los derechos de la mujer tanto en igualdad como en los derechos reproductivos. La lucha no ha sido solo desde el punto legal sino que la parte más difícil ha sido en la cultura de la sociedad. Una cultura patriarcal impregnada por prejuicios religiosos. Esto no cambia fácilmente y seguimos viendo la reacción negativa en sectores de la sociedad. En particular en Estado Unidos, eso es mucho más evidente.

El gobierno de Trump produjo en Estados Unidos un retroceso en el camino de los derechos. Los nombramientos de jueces, no ya conservadores sino extremistas, ha hecho que se dieran pasos atrás en muchos de los derechos reproductivos de las mujeres. El que fue más sonado fue el tumbar el veredicto del caso Roe versus Wade por parte del Tribunal Supremo. En 1973, este fue el juicio en el que el Tribunal Supremo dictó que la Constitución de Estados Unidos protege la libertad de una mujer embarazada para elegir abortar sin excesivas restricciones gubernamentales.

El anular el veredicto de Roe versus Wade tuvo un efecto dominó, muchos estados reaccionaron poniendo restricciones al aborto o incluso declarándolo delito. En Texas fue uno de los casos extremos y ha habido varios casos de mujeres con serios problemas de embarazo que han tenido que ir a otros estados para que las atendieran. Ni en el caso de peligro de muerte de la mujer embarazada, los médicos no estaban autorizados a intervenir quirúrgicamente. Un verdadero retroceso que no solo limita el derecho a las mujeres, sino que pone en peligro sus vidas.

Una técnica que se desarrolló hace ya unos años es la fertilización in vitro. Es un tratamiento para la infertilidad, cuando una mujer no queda embarazada después de al menos un año de intentarlo. La fertilización in vitro también se puede utilizar para prevenir la transmisión de problemas genéticos a un niño. Durante la fertilización in vitro, los óvulos maduros se recolectan de los ovarios y los espermatozoides los fertilizan en un laboratorio. Luego se realiza un procedimiento para colocar uno o más de los óvulos fertilizados, los embriones, en un útero, donde se desarrollarán los bebés.

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Hace unas semanas, el Tribunal Supremo del estado de Alabama declaró que los embriones in vitro eran personas y tenían los derechos correspondientes. Esto, aparte de dejar perplejos a muchos, hizo que todas las clínicas en Alabama paran las actividades de fertilización in vitro. ¿Cómo poder hacer los tratamiento si todos los embriones son personas? Pero, claro, quienes van a sufrir las mayores consecuencias son las mujeres que deseaban quedar embarazadas y no pueden.

2 ¿QuÉ pasa si unos padres mueren sin hacer testamento? Sus bienes tienen que repartirse entre sus hijos, si tienen embriones in vitro, estos tendrán que compartir la herencia. Es tal la estupidez de esa decisión del TS de Alabama que no se pueden predecir las posibles consecuencias. No quieren limitar el uso de armas, que es una de las mayores causas de muertes de niños, pero los embriones son sagrados. Es la obsesión de los que se denominan cristianos en controlar todo el proceso de embarazo de las mujeres.

El retroceso en derechos reproductivos se extiende a todos los estados controlados por el Partido Republicano con el apoyo de los jueces, muchos nombrados por Trump. En el Tribunal Supremo de los Estados Unidos él nombró el 33% de los jueces y ahora se ha visto de nuevo la utilidad de estos nombramientos para Trump. Hace solo unos días este tribunal dictaminó que Trump no puede ser excluido de las elecciones del 2024 por los hechos del 6 de enero, tumbando la decisión del tribunal de Colorado. Luego en el super-martes arrasó. Ya va directo a competir con Biden.

Estamos en una situación muy difícil. Si no queremos que se reduzcan más los derechos de los ciudadano y en particular de las mujeres, debemos claramente oponernos a que sean elegidos a puestos de gobierno personas como Trump, Milei y Abascal.