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Siempre he sido crítico y beligerante con aquellos que utilizan el escarnio, el insulto y la violencia, sea esta verbal o física, para denigrar a sus adversarios políticos. También soy contrario a los espectáculos callejeros que utilizan fotos, muñecos o cualquier artilugio con la intención de parodiar y menospreciar a personajes públicos. Tales actos nada tienen que ver con la libertad de expresión y sí mucho de mala educación.

Da lo mismo que lo protagonicen energúmenos de derechas, de izquierdas, de centro, o radicales independentistas, secesionistas y bilduetarras.

Queda claro pues mi total reprobación y denuncia al espectáculo dado por una serie de radicales, en este caso parece ser que de extrema derecha, frente a la sede del partido socialista en Ferraz, la víspera de Nochebuena, apaleando a un monigote que, según nos cuentan, representaba a Pedro Sánchez.

Simulación de Mariano Rajoy  guillotinado

A tal efecto el Sr. Patxi López manifestó que tales actos incitan al «odio» e incluso al «magnicidio». En tal circunstancia, o bien Patxi López, cuando hizo estas declaraciones estaba de resaca festiva, o bien desconoce la historia de España en relación a los magnicidios. Por si se trata de esto último, del desconocimiento de la historia, basta que se ilustre con los cinco magnicidios ocurridos en España entre 1870-1973. Estos son: los asesinatos de Cánovas, Prim, Canalejas, Dato y Carrero Blanco. Apuntar aquí que pudieron salvar su vida, en el intento de perpetrar su asesinato, la Reina Isabel II; Amadeo I de Saboya; Alfonso XII; Alfonso XIII y su esposa; Antonio Maura; Juan Carlos I –por cierto en Palma-; y José María Aznar. Eso por no hablar del asesinato de Calvo Sotelo líder de la oposición al Frente Popular.

No voy a cometer el error de imputar estos magnicidios a gente próxima al Partido Socialista, pero sí está más que demostrado que todos ellos, los ejecutados y los intentos de ejecución, fueron llevados a cabo por militantes, en algunos casos y sicarios en otros, pertenecientes a las izquierdas de la época. Salvo error u omisión no se conoce ningún caso que pueda imputarse a las derechas, o «derechona» como llaman ahora los falsos progresistas a todo aquel que no comulga con sus ideas. Ahí radica precisamente la hipocresía de Patxi López y muchos como él que ven la paja en ojo ajeno sin darse cuenta de la viga en ojo propio.

Podría continuar relatando cada uno de lo magnicidios, sus circunstancias y causas que los motivaron, pero eso daría para un libro monográfico sobre la cuestión. De ello hay extensa bibliografía para todos los gustos. Ruego al Sr. Patxi que elija el que crea más oportuno y conveniente para ilustrarse; pues no seré yo que voy a cometer la osadía de recomendarle libro alguno ya que con toda seguridad sería tachado cuando menos de sectario o de representante de la «derechona», por parte del Sr. López.

Volviendo a la cuestión, si lo acontecido la víspera del 24 de diciembre en la calle Ferraz invita al odio y al magnicidio, que nos diga el «intelectual y doctor» Patxi López a qué invita, por ejemplo, los siguientes actos y hechos:

1. Rodear las sedes del PP en toda España después de los atentados del 11-M del 2004; e insultar y amanecer a los líderes del PP. Sin presumir de nada, yo fui testigo directo de ello en el acto celebrado en el Auditorio de Palma.

2. La quema de una foto gigante del Rey Felipe VI, por parte de la presidenta del ANC (Asamblea Nacional Catalana).

3. Colgar un muñeco con una corona en la cabeza, emulando a Felipe VI, en la Facultad de Ciencias Políticas de la Complutense.

4. En el 2016, miembros pertenecientes a juventudes socialistas, parodian el acto de guillotinar a Mariano Rajoy.

5. Quemar, el 12 de octubre del 2020, una falla de cerca de cinco metros de altura de Felipe VI. También el mismo día decapitaron una figura del Rey y otra de Cristóbal Colon en Pamplona.

6. El 27 de julio del 2022, en un acto apoyado por el Ministerio de Igualdad, las figuras de Ayuso y Abascal fueron apaleadas públicamente.

7. El 13 de noviembre del 2022, unos encargados de la manifestación por la Sanidad Pública en Madrid, y presentando una figura de Isabel Diaz Ayuso, expresaban su deseo de que muchos aplaudirían verla destripada.

8. En Castellón, el 26 de abril del 2023, aparece un muñeco colgado por los pies con la cara de Abascal y un tiro en la cabeza.

9. El 23 de agosto del 2023 se anuncia un concierto en Bilbao con carteles de Abascal, presentándolo con un tiro en la nuca y un charco de sangre.

Señor Patxi, ¿Dónde estaba usted en cada una de estas escenas y degradaciones sufridas por su Majestad el Rey Felipe VI, en primera instancia, y también los sufridos por sus adversarios políticos, que no sus enemigos, que así los considera? ¿Son estos nueve casos fruto de la libertad de expresión, o también lo califica de incitación al odio y a la eliminación física del adversario? ¿Añadirá usted a la causa presentada ante la Fiscalía, contra los actos que se produjeron la víspera del 24 de diciembre en la sede de Ferraz, estos nueve casos? Mucho me temo que no.

Dejemos de hacernos las víctimas cuando nos afecta a nosotros y justificar los actos de violencia perpetrados contra nuestros adversarios. Reitero una vez más, los actos de degradación, de violencia y de menosprecio no tienen justificación alguna, sean de derechas o de izquierdas, y por favor, unámonos todos juntos en no violentar más el ambiente con actos y declaraciones incendiarias, provengan de donde provengan. Señor Patxi ni odio ni magnicidio, se trata en cada caso, el de Ferraz y los nueve aquí expuestos, de actos perpetrados por energúmenos repletos de cutrería y mala educación y solo merecen desprecio político y social.

Termino hoy este comentario con unas palabras del Doctor César Vidal: «Pero no se dejen llevar por el desánimo y la frustración; y es que a pesar de que los poderosos muchas veces parecen gigantes, es sólo porque se les contempla de rodillas y ya va siendo hora de ponerse en pie».