Si los políticos no paran de hacer relatos, incluso el relato propiamente dicho, yo también puedo. Si ellos no hacen otra cosa, yo que soy un cuentista la puedo hacer aunque sea una vez. Enteros no me caben aquí, y además sería muy fatigoso escribirlos, pero una breve sinopsis bastará. Veamos. Este primero lo he plagiado de un anime japonés, por lo que debe ser bueno. Y político, que no sean los políticos los únicos capaces de hacerlo. Érase una vez un millonario depravado que contrata a un mago, pero de los normales, no de los de las finanzas (finanzas ya tiene), para que le invoque y le conjure al mismísimo Satanás. Ojo, no a un demonio subalterno, al jefe. Hasta aquí todo normal, nada que no se haya contado muchas veces. Y ahora viene el cogollo, porque no quiere a Satán para que le haga rico y poderoso (ya lo es), ni para venderle su alma a cambio de llevarse a la cama a la bella Margarita (ya lo hizo), sino para comérselo. ¡Chuletas y solomillo de Satán! ¡Manjar exquisito, diabólico canibalismo! Y no es un cuento metafórico, ni alegórico, ni satírico. Es así, tal cual. Se lo quiere comer.
Relatos
24/12/23 4:01
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