Llegó agosto y a pesar de que yo sigo trabajando igualmente, todos mis colegas se han ido de vacaciones. Eso causa que mi trabajo vaya más despacio ya que no tengo oportunidad de discutir con ellos. Así entre cálculo y cálculo mi mente va vagando a cosas de poca relevancia ya que no sufro la presión de las tonterías que dicen los políticos, que también se fueron de vacaciones.
Estando en agosto ya se acerca el fin de este año. Solo nos quedan cuatro meses, septiembre, octubre, noviembre y diciembre. Estos nombres vienen del latín y nos dicen que son el mes siete, el ocho, el nueve y el diez. Pero eso no cuadra en nuestro calendario ya que estos meses son el nueve, el diez el once y el doce.
Desde los tiempos de Babilonia, el año empezaba el 1 de marzo. El comienzo del año estaba en la primavera, cosa que tiene bastante sentido. Ademas está claro que el año acaba en febrero ya que este mes tiene los días que sobraban del resto del año y se usaba para ajustar el calendario agregando algún día más, como ahora hacemos con los años bisiestos. Así encajaría bien los nombres de los cuatro últimos meses.
Parece que fue Julio César el primero que intentó poner el principio del año el 1 de enero, pero no se le hizo mucho caso. Al final fue el papa Gregorio XIII, con toda su autoridad pontificia, que lo impuso a todos los países católicos en el año 1582. Pero no cambió los nombres de los últimos cuatro meses. Muchos países cristianos argumentaban que si Jesús nació el 25 de diciembre, cosa nada clara pero así definido por la Iglesia, su concepción debió ser en marzo. Por eso preferían comenzar el año el 1 de marzo, cuando comenzó la vida de Jesús. Es difícil saber qué otros intereses había detrás de esos cambios.
Otra cosa interesante de agosto es que el primer viernes del mes es el Día Mundial de la Cerveza. Así que hay que comprar cervezas para celebrarlo. Pero una cosa curiosa, hay paquetes de 6 y cajas de 24. Media docena y dos docenas, o sea que seguimos usando el sistema sexagesimal en los envases a pesar de los siglos que hace que nos pasamos al sistema centesimal. No es solo la cerveza hay muchas otras que las compramos en docenas. Pero claro es mucho más fácil empaquetar cosas en seis que en cincos. El sistema sexagesimal fue introducido por los sumerios hace casi seis mil años. Además de comprar en docenas lo estamos siguiendo en otras cosas, como un día tiene 24 horas y una hora 60 minutos y el minuto 60 segundos. Todo eso es herencia sumeria aunque no seamos muy conscientes de ello.
Los sumerios fueron un pueblo increíble. Eran básicamente agricultores y ganaderos, pero entre ellos apareció un civilización sorprendente. Ellos inventaron las matemáticas, la astronomía, el calendario, la escritura, crearon las primeras escuelas y otras muchas cosas. Cambiaron el destino de la humanidad y aun tenemos entre nosotros muchos recuerdos de lo que hicieron. ¿Cómo pudieron desarrollar todo eso? Eso es una pregunta que me gustaría poder contestar.
2 Tuvimos suerte que los sumerios escribieran en tabletas de arcilla, ya que si lo hubieran hecho en papiros como los egipcios y con la humedad de la región se habrían perdido todos los escritos. Cada vez se encuentran más tabletas que nos permiten entender más aquella lejana civilización. Además con la Inteligencia Artificial cada vez será más rápido el proceso de traducción.
En los últimos años han aparecido teorías bastante locas sobre el cambio que hubo en Sumeria en el tercer milenio antes de la era común. Hay montones de libros que intentan explicarlo basándose en que aterrizaron en la Tierra personas de otro planeta. No hay ninguna evidencia de ello pero estas historias continuan propagándose. El hecho es que es muy sorprendente todo lo que los sumerios hicieron.
Bueno mejor vuelvo a los cálculos y dejo de vagar mi mente o acabaré en el planeta Nimburu, desconocido por los científicos, pero de donde vinieron los extraterrestres según algunos.