¿Cómo están, queridos lectores? Yo hoy me he levantado con ganas de gritarle al mundo: «Hola. Me llamo Iñigo Montoya. Tú mataste a mi padre. Prepárate a morir». Creo que me ha dado por comenzar este artículo con la famosa frase de la película «La princesa prometida» porque refleja, en cierta manera, un espíritu de resistencia, algo así como: vale colega, nos has jodido pero bien, pero no te relajes porque tarde o temprano le daremos la vuelta a esta tortilla y los huevazos en la cabeza te los vas a llevar tú. Lo sé, me he flipado nivel máximo pero me molan estas conexiones locas que provocan las neuronas cuando las dejas a su rollo.
Antes de continuar debo decir algo importante, que después me estreso más que un camaleón en un tienda de Desigual y se me olvida todo, bones festes de Sant Joan a toda la buena gente de Ciutadella. Espero que podáis encontrar el equilibrio entre el disfrute de vuestra fiesta y la masificación tan bestia a la que se ve sometida. Solo sé que estos días podríamos dejar una canica en el faro de Favàritx y bajaría rodando por la inclinación hasta el faro de Punta Nati. Y esto no es turismofobia como sostienen algunos cortitos de entendederas y con ganas de trincar más maletines de euros provenientes del cemento descontrolado, esto es sencillamente sentido común. ¿Cuántos de los 16.000 mallorquines que dicen que irán a Sant Joan verán un caballo? Pues eso.
Una vez citada una de mis películas favoritas, y una vez felicitados todos los ciutadellencs, pasemos al meollo de la cuestión del artículo de hoy. ¿En qué reunión de empresa se decidió que era una buena idea fabricar un ambientador para el wáter con aroma a «atardecer de Menorca». Venga, les vamos a dar publicidad gratuita, Ambipur es la que vende ambientadores con el supuesto olor de atardecer en Menorca. Este tema abre un melonar de reflexiones que nos debemos plantear después del punto y aparte.
Las preguntas se me apelotonan: ¿a qué huele Menorca al atardecer? Supongo que en invierno a mar y tramontana, y en agosto al sobaco de los miles de personas que se han pasado todo el día en la playa. ¿De verdad alguien puede cagar en su piso de Palencia y pensar en el sol poniéndose en las playas de la Isla porque ha pagado 3,99 euros por un ambientador? No sé yo, pero después de hincarte unas alubias de Saldaña no creo que haya perfume suficiente que tape el olor de esa mierda. ¿Queda algún ingenuo que piense que es posible evitar las masificaciones si Menorca se publicita hasta en perfumes para el wáter? Ni Menorca Talayótica, ni Reserva de la Biosfera, donde esté un buen ambientador que se quiten todos los publicistas barra influencers. ¿Será este producto una premonición de futuro para decirnos que Menorca acabará hecha una mierda si no la cuidamos entre todos? Esperemos que no, aunque viendo el panorama hay bastantes personajillos a los que se la suda eso de cuidar esta roquita del Mediterráneo.
Vaya mundo majareta, ¿verdad? No sé qué será lo próximo, tal vez un dentífrico sabor sobrasada, o quizás un desodorante con trazas de ensaimada, o puede que una colonia con alto porcentaje en gin Xoriguer, toma más publicidad gratuita, así no saldré de pobre nunca. Sea lo que sea lo que imaginemos, la realidad lo superará, quién nos iba a decir a nosotros que en pleno 2023 habría personas defendiendo que la humanidad viene de Adán y Eva, o que el toreo es un arte, o que el cambio climático no existe, pues ya ves. Lúpulo y feliz jueves.
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