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El pasado domingo día 16 falleció mi suegro ‘En Pepe de Biniaixa des Fasser' (un lloc situado en la carretera de Fornells, a poco más de un kilómetro de Sa Colàrsega y justo después de la bifurcación de Es Camí d'en Kane). Me atrevo a decir que durante años fue un payés de referencia de toda la zona de Favàritx del término de Mahón. Desde luego era uno de los más conocidos por ser ejemplo de persona emprendedora e innovadora en las tareas del campo. Fue uno de los primeros que se decantó por el ‘ray grass' (que introdujo mi tío Alberto Gomila Sirerol desde Sa Granja de Mahón) y que tanto cambió el campo de nuestra isla. Muchos senyors de lloc iban a pedirle consejo sobre cómo proceder en sus fincas dado el éxito económico que le avalaba. Mantuvo una entrañable amistad personal con Biel Seguí, quien compaginaba el ser uno de los mejores alcaldes que ha tenido Mahón con su vertiente de ganadero.

Nacido en Es Barrancó, lloc vecino de Binisermenya, hace 94 años, su legado en el campo menorquín quedó probado por la presencia en su funeral de buena parte de la pagesia de esta parte de la Isla y de varios de los descendientes de los citados senyors de lloc que en su día contaron con su amistad y se beneficiaron de sus conocimientos.   

Sí, ‘En Pepe de Biniaixa' tenía prestigio. Un prestigio que se gana con el buen hacer, con el esfuerzo permanente y con el trabajo bien hecho. Y menciono esto porque estos días he pensado sobre el tipo de prestigio que puede tener hoy el Consell insular, esa sucursal mallorquina que algunos ilusos llaman ‘el govern de Menorca'.

Lo lamento porque no es nada personal pero creo que ese prestigio es prácticamente nulo. Incluso creo que, de hecho, ese CIM es un lastre para nuestra isla al entrometerse en la vida de los ciudadanos de forma abusiva por lo que lo mejor sería su desaparición y reconvertir su sede en un centro de salud mental que aminorara la locura de unos políticos que, crecidos en su ego por un sueldo que no se merecen, se creen que con un dedo tocan el cielo. O que viven en Prada de Conflent, esa mística.

La sede de la plaza de la Pitosfera, esa que camufla los ceses de consejeros presentándolos como dimisiones, solo emite murmullos demagógicos e incontinencias verbales propias de charlatanes ideológicos. Repasemos someramente sus últimos logros. En ocho años de gestión han sido incapaces de acabar una carretera general que ya exige desdoblamiento, abducidos por la variedad ecolo y las rigideces castristas de sus socios. Tampoco han sido capaces de diseñar una red de transporte público adecuada y suficiente ni de solucionar los problemas generados por las aguas sucias mientras se pavonean de ser Reserva de la Pitosfera, otro camuflaje más para obstaculizar la vida a los menorquines.   

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Ahora el tema de los desechos de Milà les ha explosionado en toda su crudeza evidenciando su descuido. Por otra parte la  productividad de los molinos de viento allí instalados es de un mísero 0,03% de la energía total que necesita la isla. Sí, ‘una pixaradeta' que cuesta una fortuna. Además, y ya enloquecidos en sus obsesiones, siguen con la intención de sembrar el mar menorquín de gigantescos molinos quijotescos que solo advertirán a los navegantes de que se están acercando a un lugar gobernado por locos de atar. ¡Déu meu! También la estética brilla por su ausencia al querer cubrir toda la tierra menorquina de unas horrorosas placas de vidrio que jamás podrán sustituir a la energía fósil. También sorprende su obsesión contra los coches, el mejor invento socialdemócrata, mientras sin embargo abogan por unos coches eléctricos que paradójicamente, y además de elitistas por carísimos, no pueden cargarse adecuadamente por falta de red que los pueda alimentar. ¿Com quedam? Encara: el tema de unos directores generales que han sido denunciados públicamente por vagos, e incluso ociosos tampoco es ‘motivo de orgullo y satisfacción' sino más bien de indignación popular.

Otrosí: tampoco han sabido ayudar a solucionar el tema de las mercancías opacas en el aeropuerto de la isla, esa necesidad imperiosa para la pequeña industria local. Sí, la lista es larga, larguísima. La guinda final es saber que, aun habiendo sido advertidos por Intervención y la Sindicatura de Cuentas, han seguido abonando a toda su gigantesca plantilla unos pluses de productividad que ya suman 5 millones de euros públicos, pagos que han sido denunciados como ilegales. Despilfarrar fondos públicos merece la mayor censura y la dimisión inmediata. El prestigio de una persona o una institución lo muestran los logros obtenidos. Evidentemente no es el caso.

2 Notas:

1 - Les haré una confesión. Cada vez que paso por Sant Climent (al menos 4 veces al día) miro dentro del Casino para ver si otra vez está Junqueras.

2 - ¡Dejad en paz a los hortales. Los no multimillonarios también tienen derecho a vivir en el campo. Dejad ya ese elitismo normativo patético. Es el urbanismo el que debe adaptarse a la gente y no a la inversa. Pretender derribar el esfuerzo de muchos años es miserable y totalitario!

3 - Un recuerdo emocionado para Nito Florit. Aquella tertulia del puerto acabó al faltar ya José Luis Campos, Sol Fornals, Carlos Senyalet, Nito Florit,… Descansen en paz.