No sé si te está pasando, amigo lector, pero a mí el verano me está pasando volando. Lo estoy disfrutando como el que más, exprimiendo cada día como si fuese el más importante de mi vida -porque lo está siendo- aunque sin llegar a cumplir demasiados planes de los que tenía previstos. Ahora tengo en la Isla algunos amigos de la Universidad con los que dijimos que haríamos un montón de cosas, mientras que los días pasan, las horas se diluyen entre el calor y la felicidad y se te olvidan esos whatsaps que se quedan sin escribir.
Y a ti, ¿te pasa? El verano siempre tarda en llegar y casi siempre se va demasiado pronto. Ya queda poco de aquellos interminables días de mayo en los que el sol seguía luciendo pasadas las 22 horas. Nos sobra algo de calor y nos falta algo de agua. La Isla se ha llenado una vez más de visitantes que buscan lo que guardamos celosamente durante todo el año y en breve marcharán con el viento y el frío dejándonos, de nuevo, con ese otoño que sabes que me cae fatal.
Llegado el día 13 de agosto creo que es un buen momento para echar la vista atrás y valorar la lista de cosas que tenías pendientes, las que ya has hecho y las que te quedan por hacer. Porque la vida, en parte, es eso, ser consciente de la lista de cosas que tienes por hacer e ir tachándolas satisfactoriamente. De esta semana no pasa y nos vemos con los amigos de la Universidad, lo prometo. Deberías hacer lo mismo.
No tan a lo lejos ya empieza a sonar la temida canción del Dúo Dinámico que anuncia el final del verano, las fiestas de Sa Mesquida ya han pasado y hoy espero que todos mis amigos de Alaior disfruten de sus fiestas al mismo nivel que las han echado de menos en estos dos años. ¿Recuerdas? No hace tanto estábamos en una pandemia.
Desde mi ventana, la que ya sabes que se ve a lo lejos la bocana del puerto, distingo los barcos que vienen y van saboreando cada día de vacaciones de un agosto que aprieta y ahoga, y que va sucediendo olas de calor. Me gustaría no tener que pensar si es lunes, jueves y domingo, mientras el mar me mece a su antojo, pero ahora tocan otros líos.
No quería ponerme en plan sentimental, simplemente quería recordarte que ahora aún estás a tiempo de hacer todo aquello que te proponías. Puede que después sea demasiado tarde. Y créeme, todo lo que queda por hacer es mucho mejor que lo que ya has hecho. ¡Disfruta y feliz Sant Llorenç!
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