No es la primera vez que traigo a colación al filósofo alemán de origen coreano Byung-Chul-Han, autor de gran originalidad y analista lúcido del pensamiento contemporáneo. En su última aportación («La sociedad paliativa». Herder editorial 2021), incide en lo expresado hace un par de décadas por el pensador francés Pascal Bruckner cuando describía en su ensayo «La euforia perpetua: la obligación de ser felices», ese frenesí que obliga al hombre contemporáneo a perseguir una felicidad tan idolatrada como irreal. «La pandemia, prosigue, vuelve a hacer visible la muerte que habíamos reprimido y desterrado. La omnipresencia de la muerte en los medios de masas pone nerviosa a la gente que eleva la salud a un fin en sí mismo. Cada vez se sufre más por cada vez menos»…
«El continuo ‘me gusta' provoca un embotamiento. La digitalización es una anestesia», añade, y concluye explicándonos algo que siempre me ha intrigado: la creciente pasión por los deportes de riesgo: «El dolor causado artificialmente proporciona un remedio. Los deportes extremos y el comportamiento de riesgo son intentos de cerciorarse de la propia existencia…»
Bien, filosofar un ratito es realmente un buen paliativo para tanta sinrazón…
29-V-21 Sábado
Como aceite y agua titulaba este dietario hace unas semanas para comentar las formas opuestas de votar entre Cataluña y Madrid, y se vuelve a confirmar: una encuesta de «El Español», el diario digital de Pedro J. Ramírez, revela lo que ya se podía intuir, que dos terceras partes de españoles rechazan la concesión de indultos a los presos del procés. Por el contrario, en Cataluña encuestas similares siempre han constatado lo contrario: dos tercios de catalanes apoyarían la medida de gracia. ¿Qué hacer ante tal tesitura?
Es obvio que nos encontramos ante un problema político de envergadura, después del planteamiento del insólito y grave desafío político en el otoño de 2017 por parte del independentismo catalán que, a mi juicio, debió sustanciarse con fuertes multas y largas inhabilitaciones, pero no con penas de cárcel. De la misma forma, parece razonable pensar que cualquier atisbo («principio de algo») de solución política al problema catalán pasa por la salida de la cárcel de los presos del procés, para desactivar así la principal causa del victimismo independentista y propiciar un principio de diálogo al tiempo que la salida del bucle judicial. Por otra parte, las mesas petitorias con fiestas de la banderita son vistosas, pero más propias de la Cruz Roja o de la lucha contra el cáncer que de planteamientos políticos serios. Ya se vio como terminaron aquellas recogidas de firmas en contra del Estatut. De aquellos vientos, estas tempestades.
31-V-21 Lunes
Parece el día de la marmota. Las tertulias matutinas de la radio rezuman diatribas contra el presidente del Gobierno, repitiendo los epítetos que le vienen acompañando desde que obtuviera la presidencia, primero por la moción de censura y luego en las urnas: felón, ilegítimo, mentiroso compulsivo, traidor, diabólico, sanguinario, calificativos a los que tampoco es ajeno nuestro querido «Diari»…
Y es que el presidente es tan osado como torpe. Su propósito de indultar a los políticos catalanes presos es una operación política de algo riesgo, pero en absoluto ilegítima. No comparto el argumento de que plantea los indultos como pago para mantener la mayoría parlamentaria y perpetuarse en el poder. Si pretendiera solo esto, durar, que es uno de los propósitos de cualquier gobernante, estaría tomando el camino equivocado, dado el amplio rechazo de sus votantes (y sus propios barones) a tal medida. Si lo que pretende es abrir una hendidura de distensión en la cuestión catalana, como pienso, sajar el nudo gordiano que atenaza secularmente la política española para facilitar un ulterior diálogo, debe explicarlo bastante mejor de lo que lo hace y asegurarse de que sus socios no le hagan la pirula.
1-VI-21 Martes
«Mahón, en concreto, les pareció el enclave oportuno por el tirón del puerto, la calma que encontraron en sus calles y el encanto que les transmitió el casco antiguo de la ciudad. Les pareció una ciudad tranquila y hospitalaria, con buen producto local, el destino adecuado para iniciar la aventura hotelera que hoy se ha hecho una realidad empresarial y turística…»
Como enamorado eterno de mi ciudad natal, Mahón, agradezco el piropo que los gestores del nuevo hotel urbano dedican a nuestra ciudad y que reflejaba «Es Diari» hace unos días en un magnífico reportaje. Larga vida al Hotel Cristine Bedfor Pons…
3-VI-21 Jueves
Vuelve la marmota más fiel: la corrupción. Rebobino: Juan Guerra, Roldán, Urralburu…, el clan valenciano, Zaplana, Camps… los gurtelianos, ¡Pujol y el pujolismo! (no se pierdan «El hijo del chófer», un libro imprescindible para tratar de comprender aquella época) y ahora la bomba de espoleta retardada del caso Kitchen, revelador de la corrupción estructural del PP… Penita de paisanaje.