Sa gleva
Cuando la vergüenza muta en desvergüenza
No es que siempre la técnica socorra a los partidos políticos en sus marrullerías mitineras, pero tampoco son pocas las veces, en que echan mano de la técnica para ver de quebrar la empatía que el votante pueda tener hacia el partido que le puede ganar en las urnas. Las llamadas redes sociales son también en puridad, una herramienta a tener en cuenta, que por cierto, deben tenerlo bastante en cuenta, ya que son muy empleadas para poner al contrincante a caer de un burro en SMS, tuit y mails. Algunos leen lo reflejado en uno de esos modismos y caen en la trampa ¡Vaya! Cómo ha puesto fulano a mengano, anda que lo que le ha dicho el nota al tontolaba ese del partido. Cuando en puridad, las más de las veces, esos tecnicismos, más que tecnicismos modismos mal usados, lo único que hacen es servir al cobarde para decir lo que no es capaz de decir en persona, y por si le faltase algo, lo sueltan como si fuera cosa cierta, siendo falso de toda falsedad además de ruin. Por otro lado, es penoso oír o ver como algunos políticos intentan emponzoñar la trayectoria política de otros, sin que les importe una higa como tienen el patio de su propio partido, que en ocasiones está hecho un albañal a base de una corrupción tan abundante, que debería judicialmente inhabilitarle para seguir ofertando una trayectoria que presumen limpia, legal y honesta, y menos para aventar corruptelas de sus contrincantes políticos sin presentar pruebas, y peor aún, sin haber pagado ninguna consecuencia penal por haber concurrido con ventaja a otros sufragios.
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