Hace poco más de una semana que recibió las llaves de su nuevo hogar. Él es uno de los cuatro beneficiarios de uno de los pisos de protección oficial que el Ibavi entregó recientemente en Sant Lluís. El nombre de este hombre, con minusvalía reconocida que le impide la movilidad si no es en una silla de ruedas, es Álvaro, y empieza una nueva etapa año y medio después de que su historia saltara a las páginas de este diario para pedir una casa sin barreras arquitectónicas en su interior. Un piso adaptado a un precio asequible, que pudiera pagar con su pensión de invalidez, para dejar de luchar contra escalones o tener que deslizarse desde una silla a una bañera que, en sus condiciones, era como un abismo.
Vía libre
Entre los elegidos
03/11/20 0:00
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