Según un riguroso estudio que he realizado junto con mi equipo de investigación formado por mi peque de 9 años y su jerbo, consistente en poner en el suelo dos carteles, uno con un menos 40, y otro con un más 40, soltar a Gerbasio, que así se llama el roedor, y ver a que cartel se dirigía, para responder a la pregunta: ¿los queridos lectores de estos artículos superan las cuatro décadas de existencia? El ratoncito se fue a mayores de 40 sin pensarlo. Creo que me quedaba un lector por debajo de esa cifra, pero mi amiga Diana este sábado monta una fiesta para celebrar que será cuarentañera, así que ahora todos nos movemos por encima de esa mágica edad. El estudio es una idiotez monumental, pero casi tan científico como las cocinas precalentadas que saca el CIS.
Bien, pues a los mayores de 40 años nos han machacado desde pequeñitos con una idea cansina y repetitiva, el trabajo es salud, que cuanto más trabajáramos mas prosperaríamos en la vida, en definitiva, que había que vivir casi para trabajar y lo demás si eso ya llegaría.
El problema es que lo demás, entendido por lo demás el ocio y los momentos de relax intenso, llegaba solo para unos poquitos, es más, llegaban normalmente para los que ni siquiera se lo habían currado. El que no quería trabajar como una mula de sol a sol partiéndose el espinazo era sospechoso de ser un vago que quería vivir sin dar un palo al agua. A no ser que el vago tuviera una familia con posibles, que expresión más viejuna me ha salido, entonces era mirado con ojos más compresivos, vago pero con pasta, así sí.
Llevábamos tiempo sospechando que ese principio que une trabajo y salud olía mal por algún lado, pero uno no se atrevía a exponerlo con total rotundidad debido a los temores arriba descritos, ahora bien, cuando hay estudio científico por medio uno se atreve con todo, ¿no han sido los economistas los que han avalado con sus supuestos estudios científicos a los políticos para que nos metan en este hoyo? pues si ellos pueden nosotros también, que carajo.
La universidad de Melbourne en Australia ha realizado un estudio que demuestra que si tienes más de 40 años, una edad estupenda todo hay que decirlo, lo ideal es trabajar tres días a la semana, unas 20 horas cada 7 días. Para llegar a esta conclusión, los investigadores, analizaron los hábitos laborales y los resultados de test cognitivos de 3.000 hombres y 3.500 mujeres de más de 40 años. Determinaron que los trabajos a media jornada mantienen el cerebro estimulado y evitan el cansancio y el estrés, pero que las jornadas más largas eran muy perjudiciales para la salud. Chúpate esa presidente de la CEOE y demás defensores de la burda idiotez de que la única manera de salir de la estafa-crisis era currar más y cobrar menos. Nosotros debemos currar menos y cobrar más porque ya hemos pringado bastante, y ellos deberían empezar a trabajar que es lo que no han hecho en su puñetera vida, empezando por la presidenta del FMI, y terminando por más de un cargo público que se toca los pies a dos manos, cuando no anda metiendo la mano donde no debe.
Visto lo visto, ya he comenzado a hacer la maleta, cogeré a mi peque, cogeré el jerbo, y pondremos rumbo al país de los canguros, gracias Melbourne, nos vamos a la tierra de Cocodrilo Dandy, a ver si pillamos una jornada de esas… Malditos antípodas que lejos están, ¿alguien me presta para el billete Maó –Sidney?, en bussines son solo 5.242,10 euritos de nada, muchas gracias.
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