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Secretaria de Asuntos financieros del señor Pujol. ¿En qué puedo servirle?
- Soy el señor Ivanovich y quisiera hablar con el señor Pujol. Usted me conoce.
- Buenos días, señor Ivanovich. ¿Qué puedo hacer por usted?
-Hablar con el señor Pujol, el senior.
- El señor Pujol ha salido de viaje.
-¿Cómo que ha salidos de viaje?  Habíamos quedado vernos hoy para hablar del asunto Andorra. Seguro que también usted lee los periódicos…
- Precisamente él está en Andorra. Ha tenido una llamada urgente de sus consejeros bancarios y ahora mismo está reunido con ellos.
- ¿Y más tarde? Almorzar juntos, quizás.  Después de la reunión, yo subiría a recogerlo en mi helicóptero y podríamos almorzar en Montserrat, por ejemplo. Tanto él como yo somos buenos amigos de los frailes.
- Mala suerte, otra vez, señor. El señor Pujol tiene ya comprometida una cena  restricta.
- Pero perdone que insista. ¿Acaso no podríamos cenar junto en Barcelona, en Ses Set Portes, por ejemplo? Allí  tienen sitios reservados.
- Parece hecho a propósito, pero  todas sus propuestas fallan, señor Ivanovich. Resulta que el señor Pujol tiene apalabrada la cena con el señor Millet y su colega del Palau.
- ¡Warrackcha!
-  ¿Cómo dice?
- Nada, nada. Es un refrán que usan tanto los rusos como los españoles:  Dios los cría y ellos se juntan…