El obelisco que se encuentra en el Cementerio de Mahón

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La lápida del obelisco de la fortaleza de San Felipe

Cuenta la historia que tras la toma de Menorca para la Corona española por el duque de Crillon en 1782 y después de demolida la fortaleza de San Felipe, se erigió un monumento en el centro de la plaza de armas del fuerte español. Cuentan también nuestros historiadores clásicos (Hernández Sanz entre otros) que dicho monolito fue "derribado" por los británicos durante su tercera ocupación de la Isla (Historia de Menorca, 1908, pág. 374).

Según este autor, la lápida en castellano rezaba:

A CARLOS III / REY DE ESPAÑA Y DE LAS INDIAS / HABIENDO RECONQUISTADO DE LOS INGLESES / LA ISLA DE MENORCA / RENDIDO FELIZMENTE EL DIA IV DE FEBRERO / DE MMCCLXXXII / Y DEMOLIDO DESPUÉS/ EL FORTÍSIMO CASTILLO DE SAN FELIPE/ EXCLUIDO(S) DEL PUERTO DE MAHÓN / A LOS CORSARIOS BERBERISCOS/ Y ASEGURADO LA RELIGIÓN / ERIGIERON LOS HABITANTES / RESTITUIDOS A SU ANTIGUO/ Y NATURAL DOMINIO/ ESTA MEMORIA/ DE LA CONQUISTA Y DE SU GRATITUD / HACIA TAN BUEN SOBERANO / EN EL CENTRO DEL MISMO SITIO / QUE ANTES OCUPABA EL CASTILLO/ AÑO DE MDCCLXXXIV

No sabemos de donde sacó los datos Hernández Sanz porque no cita fuente. Describe la inscripción y la lápida en "Revista de Menorca" (1898 pág. 89), como "una pirámide sostenida por un pedestal y coronada por una bomba". El texto castellano correspondía a una de las cuatro lápidas situadas en el pedestal esculpidas, respectivamente, en español, latín, francés e inglés. Posteriormente en su "Historia de Menorca" (pág. 361) comenta que un fragmento de una de éstas (sin citar cuál) se encontraba en poder de un tal Nicolás Fábregues.

Un posterior indicio sobre el monumento, obra por cierto del ingeniero Fernández de Angulo, se encontró en la Comandancia de Obras del Gobierno Militar. Se trata de un dibujo anónimo en el que aparece representado el obelisco con una serie de florituras que no corresponden a la tradición de estos monumentos dedicados a las victorias militares: en el dibujo se puede ver una corona real sobre la pirámide, en vez de la bomba, característica de los obeliscos de victoria, como el que existe en Sant Lluís, por el que los franceses conmemoraron su éxito militar en la campaña de 1756. También el escudo real se encuentra en el centro de la pirámide, cuando según la descripción de Hernández Sanz estaba en la cornisa del pedestal. En este dibujo se reproduce la inscripción latina del mismo, que se corresponde íntegramente con la descrita por el historiador citado. Este dibujo sirvió de base para la reconstrucción del monolito que se llevó a cabo en 1982 (fecha del bicentenario de la toma de Menorca por las armas hispano-francesas), aunque, con una estructura muy sencilla (sin molduras de cornisa en la base de la pirámide) y, en cambio, con buen criterio, se sustituyó la corona del grabado por una bomba.

Actualmente el dibujo se encuentra expuesto en el Museo Militar de Es Castell.

Respecto a esta ilustración y comparándola con otras de Hernández Sanz, pensamos que tiene una asombrosa semejanza con sus dibujos a plumilla y no nos extrañaría que fuera suya. Además nos consta que trabajó en su día para la Comandancia Militar de Obras.
Como decíamos antes, es un dibujo lleno de elementos heterodoxos, por lo que parece no corresponderse con el original descrito por Hernández, que, por otra parte nadie ha visto desde su (supuesta) destrucción entre 1798 y 1802, pero que conociendo las tendencias neoclásicas de Fernández de Angulo, como muestra el estilo utilizado en la construcción de la iglesia de Es Castell, obra suya, pensamos que debió diseñar un obelisco, con sus medidas áureas y sus elementos clásicos en la cornisa: medios boceles, toros o cuartos de bocel. Algo así como el que se encuentra en el centro del recinto viejo del Cementerio de Mahón.

La lápida encontrada

Dicho lo dicho, y en beneficio de la reflexión o la pesquisa que todos los interesados en este tema llevamos realizando hace tiempo, hace poco ha aparecido un elemento nuevo que añade interés a la búsqueda. Hace algunas semanas, Àngels Hernández, archivera del Ayuntamiento de Mahón, y Alberto Martínez, topógrafo del mismo, buscando ciertas lápidas en las catacumbas del Museo de Mahón, encontraron la lápida de la proclamación de Isabel II como reina de España y ¡oh sorpresa! observando su parte trasera resultó ser una pieza reutilizada; un fragmento de la "inglesa" correspondiente al obelisco de San Felipe

Nos preguntamos ¿cómo en un acto de tanta trascendencia como la proclamación de una reina se reutiliza de forma cutre una lápida ya grabada? Creemos que pudiera haber una intencionalidad política: una afrenta a la "Pérfida Albion" en un momento en que los elementos más radicales del régimen político español miraban a Inglaterra, en tanto que sus adversarios conservadores lo hacían a Francia.

Alberto ha transcrito el fragmento, muy deteriorado, que dice:
(...) MOST GLORIOSTLY SUBDUED BY ..S A. / THE REDOUBTED CASTLE / OF SAINT PHILIP / HAD IT RAZED / DEBARRED THE ENTRANCE INTO PORT MA./ TO THE AFRICAN PIRATES / AND ASSERTED / THE ROMAN CATHOLIC RELIGI. (...)

El obelisco del cementerio de Mahón

Desde hace algún tiempo, cuando paso por la Avenida de Francesc Femenías y contemplo la aguja del obelisco, situado en el centro del recinto viejo del cementerio de Mahón del que ya hablamos al principio, y veo la bomba en su cúspide no puedo menos que mosquearme ¿No será la destrucción del obelisco de San Felipe una leyenda urbana y en realidad fue reutilizado para colocarlo en el cementerio? ¿Qué hace allí un obelisco de victoria, con su bomba y todo en la cúspide, en vez del piramidón clásico rematado por la Cruz?

La pregunta queda ahí por si a alguien se le ocurre o conoce o le suena algún documento que aclare el asunto. De momento solo decir que la lápida inglesa encontrada en los sótanos del Museo de Mahón mide 57'5 cm. de largo por 115'5 de ancho. El ancho es el suyo, porque el largo corresponde a un fragmento central de la misma.

El ancho es el suyo, decimos y el de los alojamientos para lápida del obelisco del cementerio miden 125 cm. Todo encaja... además en dichos rectángulos se nota los restos de argamasa que mantenían sujetas unas presuntas lápidas que parecen haber sido arrancadas...

En fin, misterio. La solución mañana... o nunca.