Cuando uno repasa las promesas de los partidos políticos en campaña electoral, se le ponen los pelos de punta al darse cuenta de lo hipócritas que pueden llegar a ser los políticos que nos gobiernan.
Escuchábamos cuando se encontraban en la oposición que para salir de la crisis lo peor que se podía hacer era aumentar la presión fiscal y sinceramente creo que tienen razón, pues no se puede salir de la crisis ahogando al contribuyente con más impuestos sean nuevos o viejos, teniendo como único horizonte incrementar la recaudación fiscal. Así lo ha descrito y demostrado el Premio Nobel de Economía Laffer, cuando dibujó sobre una servilleta de papel en una cena con un ilustre político que al aumentar la presión fiscal no se recauda más sino todo lo contrario, se disminuye dicha recaudación, ya que la gráfica "recaudación-presión fiscal" apunta a un máximo, y a partir de éste no se puede incrementar la presión fiscal si no quiere suicidarse políticamente.
Pues ni corto ni perezoso, el gobierno central lo único que ha sabido hacer es incrementar los impuestos directos e indirectos, así como la incorporación de algunos nuevos. Si a esto le añadimos los inmensos costes que tiene el empresario a la hora de abrir un negocio y la costosa contratación laboral conjuntamente con la penalización del ahorro vía impuestos que nos ha llevado a ser el país donde la presión fiscal es más alta de los de nuestro entorno, nos damos cuenta que, por paradójico que parezca, estamos premiando a la cigarra y penalizando de forma escandalosa a la hormiga, pues si has trabajado y creado empresa y al mismo tiempo has podido tener un "rinconet" para cuando las vacas flacas, te acribillan por ser un podrido capitalista, mientras que si has despilfarrado y gastado más de lo que podías (que nadie te obligó a ello), te premian con el subsidio, ¿para qué vamos a trabajar y crear riqueza?. Nada tiene que ver con las pensiones merecidamente ganadas por nuestros jubilados, que quieren recortar, otra vez nos encontramos con la fábula de la hormiga y la cigarra.
¿Por qué en vez de subir impuestos intentando incrementar la recaudación, no dedican sus esfuerzos en cómo recortar los gastos, léase Senado, empresas públicas, sueldos de políticos, prebendas del poder, entes públicos al servicio de la propaganda del político de turno? ¿Es que tal vez esto no les conviene, pues se ponen de acuerdo enseguida para no perder sus privilegios? Si nos acercamos a los gobiernos autonómicos, parece que tampoco las ideas son mucho mejores, vemos la recuperación del impuesto sobre el patrimonio, que no es más que confiscador de los ahorradores, pues dicho impuesto no es por lo que ganas sino por lo que tienes, es decir ya se han pagado impuestos por tener, bien sea mediante las ganancias con el IRPF, que a su vez han tributado por adquirirlo, el impuesto sobre trasmisiones patrimoniales o impuesto sobre el valor añadido, o bien sea por haberlos heredado de nuestros antepasados, a través del impuesto sobres sucesiones. Es más ya tributamos de manera explícita por poseer y disfrutar de unos bienes a través del impuesto sobre bienes inmuebles popularmente conocido como IBI o como se le llamaba antiguamente contribución urbana. Y no nos podemos olvidar del impuesto sobre la plusvalía municipal por cambio de titular. ¿Cuántas veces estamos pagando por lo mismo? Si a esto le añadimos la creación de nuevos impuestos para presionar más a los empresarios, que lo único que hacen es intentar crear riqueza, me viene a la cabeza el nuevo impuesto que quiere crear el Gobierno autonómico a las empresas de alquiler de vehículos sin conductor, porque contaminan (que simples de miras, y como insultan a nuestra inteligencia al disfrazarlo del impuesto verde). Solamente harán que los precios se encarezcan y menos visitantes tendremos en nuestras islas. No olvidemos tampoco el céntimo sanitario en la gasolina que utilizamos los de las Islas que al tener un "transporte publico" tan eficiente, utilizamos el utilitario porque queremos; a todo ello hay que añadir el nuevo impuesto sobre envases no reutilizables, plásticos y vidrios, que pagaremos a partir del próximo mes de enero, pero si hasta hace nada nos obligaban a no reutilizar los envases por cuestiones sanitarias y ahora también por cuestiones sanitarias nos hacen pagar si no se reutilizan.
La receta podría ser la misma que para el gobierno central. ¿Por qué no dedicamos nuestros esfuerzos a reducir los costes que tenemos, como puede ser la reducción o total desaparición de las empresas públicas, el desmantelamiento de los entes de propaganda que usan los gobiernos de turno como son las televisiones públicas? En el caso de Baleares lo que se recaudará con los nuevos impuestos no servirá para satisfacer el gasto y déficit que produce IB3.
Si nos paramos en los gobiernos municipales, más de lo mismo. Nos encontramos con subidas astronómicas del IBI, la creación de nuevas tasas, escandalosos cambios de criterios como los vados o pagos para cualquier cosa.
Tal vez se les podría recordar a todos los que tienen la responsabilidad de gobernar que sus sueldos los pagamos los contribuyentes y que en España la creación de empleo se realiza a través de las PYMES en un 90 %, y que con sus políticas no hacen más que llevar al abismo a dichas empresas, y que cuando no haya empresarios que sangrar ni contribuyentes que exprimir, no tendrán más remedio que recortar los gastos porque simplemente no habrá ingresos, pues las empresas habrán desaparecido.
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