Esta mañana, Fornells vivirá la tercera edición del Extreme Man Menorca, que ha alcanzado un récord de participación con más de 600 atletas. Este éxito se debe a dos factores principales: el excelente trabajo de los organizadores y el atractivo de la Isla para el deporte de aventura. La línea ascendente de la prueba es consecuencia del prestigio que va adquiriendo.
El positivo efecto que tiene esta prueba sobre la actividad económica merece ser valorado. Se calcula que alrededor de 1.500 personas acompañan a los deportistas. Realmente este tipo de actividades ayuda a desestacionalizar, a prolongar la temporada. Puede afirmarse que es una de las pocas iniciativas que está consiguiendo contrarrestar los efectos de la concentración del negocio turístico en julio y agosto.
No es solo el triatlón de Fornells, sino que las rutas corriendo o en bicicleta por el Camí de Cavalls o por carretera están viviendo un desarrollo similar. Algunas pruebas náuticas también se inscriben en el turismo de deporte de aventura. Apostar claramente por la promoción de este tipo de actividades interesa a la economía de la Isla e impulsa un producto turístico en proceso de crecimiento.
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