Los culpables

Te gires por donde te gires te das con culpables. Aquello de que "quien esté libre de culpas que tire la primera piedra", es de rabiosa actualidad, una moda que no pasa. Claro que también los hay que tiran esa piedra y luego esconden la mano. El Juez Calatayud dice que son los padres quienes fallan en la educación de los hijos, los padres dicen que la educación es cosa de los maestros, que para eso les pagan, los maestros dicen, no todos, que al cole se va a culturizarse y que , en casa, es donde se debe educar, los chavales dicen que son las calles y los colegas quienes te enseñan la realidad de la vida y el resto de la sociedad, la que no tiene hijos o estos ya van camino de los treinta, espectadores de su entorno, aseguran unos que todo va mal, que hay que tener más mano dura y otros, que hay que dar más libertad. Y mientras tanto aquí andamos confundiendo el hambre con las ganas de comer, intentado componer puzles con fichas que no llegan a encajar del todo porque el vendedor nos colocó el que no tocaba y al final, siempre al final, cuando nos parece que nuestra ardua labor por fin va a tener un reconocimiento, una satisfacción al menos personal, íntima, resulta que nos sobra o nos falta una pieza. Y lo realmente frustrante es que no sabes qué hacer, si destruir el rompecabezas, buscar como loco la pieza que te falta o simplemente seguir el consejo de tu psiquiatra que te dice eso de que "lo importante no es haberlo conseguido acabar sino el haberlo intentado" y tu te vas a la cama feliz y contento con el convencimiento de que algo has hecho aunque no tengas ni puñetera idea de para qué va a servir.