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Tiempo de encuestas. Un diario francés ("Le Parisien") se refería el pasado miércoles (4 de julio) a un informe realizado recientemente por el instituto británico "Vison Critical" para los laboratorios Pfizer. El estudio trata sobre las varias consecuencias que conlleva la crisis económica que sufrimos. En este trabajo se asegura que esa crisis no solo se inmiscuye en nuestros hábitos y limita y distorsiona nuestras costumbres consumistas sino que también se introduce en nuestras camas. Sí, el estudio en cuestión asegura que la apetencia por mantener relaciones sexuales estaría también afectada por las dificultades económicas concretas que pudiese atravesar una pareja o alguno de sus miembros.

La afirmación es consecuencia de una amplía encuesta realizada en siete países europeos (Francia, España, Italia, Gran Bretaña, Alemania, Suecia y Bélgica) que incluía más de 6.000 entrevistas particulares. En ellas se constata que el 84 por ciento de los encuestados se declaran "afectados emocionalmente" por la crisis. Como consecuencia, y para rebajar la mala influencia que provoca, el informe aconseja incluso elegir cuidadosamente los temas de conversación antes de dirigirse a la cama para no provocar más tensión negativa en el seno de la pareja.

En tiempos de indiscutible liderazgo deportivo, España también encabeza la "clasificación" de este particular campeonato europeo. Un destacado 34 por ciento de nuestros conciudadanos afirman estar afectados anímicamente por una problemática que les estresa. Eso significa una "ventaja" de casi diez puntos con respecto a los otros países europeos. Gran resultado. Otra goleada.

¿Y en Menorca? Un amigo, sagaz oteador de la realidad isleña, me asegura que uno de los problemas de la Isla es la escasa actividad sexual que se intuye en ella. En paralelo a las pésimas posiciones que ocupa la isla en los diversos "ránkings" de las más diversas actividades ¿será verdad que aquí no se cumple lo suficiente? ¿Proviene de ahí la actual decadencia anímico- económica que sufre la Isla? ¿O es solo su consecuencia? (¡Qué pena que Rojas Marcos no tratase el tema!).

Pero ha habido otras encuestas incluso más curiosas. En Cataluña, por ejemplo, los nacionalistas en el poder han difundido una a bombo y platillo en la que se pretende convencer al mundo mundial que más de la mitad de los catalanes estarían ya a favor de la independencia. A esta encuesta, cocinada en los sospechosos fogones de la Generalitat, ya le han salido muchos "respondones" que desmienten estos resultados por imposibles. Los "connaisseurs" saben que el único que puede decidir la independencia de Cataluña es Isidre Fainé, presidente de la Caixa. Ni voluntades políticas ni hipnosis colectivas. Es hora de recordar una vez más la famosa clarividencia: "!Es la economía, estúpidos¡ " Esta encuesta no es sino puro entretenimiento para presionar sobre otro imposible constitucional: imitar el pacto fiscal "a la vasca-navarra".

En Menorca también ha sido actualidad otro sondeo sociológico. Trataba del aprecio / importancia / reconocimiento que tiene el turismo para los menorquines. Los resultados demuestran una vez más que muchos siguen soñando con un pasado ya ido y sin retorno posible. Un pasado que queda para la historia. Sí, parece que para muchos la evidencia aún no es suficiente. La situación actual de la Isla tiene mucho que ver con este estado de ánimo. Menorca es una isla muy anclada en sus propios prejuicios. Buena parte de la izquierda es mucho más conservadora (en sus planteamientos ante el futuro) que la propia derecha. Nada digamos de los nacionalistas para los que el objetivo final es devolvernos al "càvec" como camino hacia la felicidad. Pero todo su entramado imaginario se derrumbará cuando ya no sea posible ampararse en empleos administrativos (¡s'ha acabat es bròquil!) como medio de vida sino que, limitados ya aquellos, deberán acudir a la iniciativa privada para subsistir.

Es cansino repetir que el mundo actual está globalizado, que las actividades comerciales están globalizadas, que intentar mantener reservas indias está fuera de órbita y además es imposible. ¿Cuándo se entenderá que el único futuro posible para Menorca es volver a ser una isla abierta al mundo, una isla que compita sin miedos a contagios extrainsulares? Una vez escribí que uno de los principales problemas de la Isla es un sector de su población que no entiende el mundo actual. Lo reafirmo.

Nota: ¿Cuáles son las causas finales (y reales) de la dimisión del secretario general del PSM?.