Lo de la amnistía fiscal es una de las cosas más contradictorias que se puedan promulgar por un gobierno que se postula en afirmar, que el nuestro es un Estado de derecho. Puede incluso que esta amnistía, choque con la legalidad vigente.
Si no me equivoco, en más de una de las cárceles españolas, hay delincuentes que la justicia los catalogó en su momento como tales, cuando un juez dio por sentado, que el individuo que tenía ante sí, tenía la fea costumbre de andar por ahí, blanqueando dinero negro. Ora en una empresa de peines para calvos, ora con otra empresa, por ejemplo, de mangos de azadones. Total, que una vez que la justicia a estos individuos les toma interés, los manda al trullo con el cuño que distingue al delincuente de quién no lo es.
¡Las vueltas que da la vida! Y las vueltas que pueden dar las leyes si anda "enredando" en ellas, un gobierno dispuesto a todo o a casi todo desde su mayoría absoluta, diga misa la oposición.
Jamás de los jamases, pudieron llegar a pensar los defraudadores al por mayor de Hacienda, los que se han llevado millones a paraísos fiscales, y los otros corruptos, los que se devanaban la sesera creando empresas tapadera, cuya finalidad, evidentemente, no era exportar peines para calvos, ni mandar mangos de azadón al polo norte, que la ganancia industrial les vendría dada a la hora de blanquear dineros obtenidos con la droga, la prostitución, quién sabe si el chantaje, el contrabando de armas, y, vaya usted a saber, cuántas cosas más vecinas de las ya nombradas. Unos por sacar dinero del país para no pagar a Hacienda, y otros blanqueando dinero negro.
Me pregunto si entre los defraudadores de Hacienda que hoy pueden acudir a la oficina más cercana, que por un 10% en vez de más de un 50%, le dejarán sus millones impolutos. Pero me pregunto, si con esos millones, se podrían colar algunas millones de euros, que además, de no haber sido declarados a la Hacienda pública, tengan su origen en el dinero negro, que ahora la propia Hacienda, por eso de la amnistía, les podría blanquear. Va a ser difícil separar el grano de la paja, entre los que simplemente han evadido capital para no declarar, y aquéllos otros, cuyos millones procedan de actos en sí mismos delictivos. No sé si será verdad, pero dicen que Hacienda no va a hacer preguntas para indagar de dónde proceden los millones que manifieste el declarante, ni siquiera su procedencia.
Cuesta aceptar, que en función de la necesidad de dinero, el Estado haya convertido a España en una cosa parecida a un paraíso fiscal. Y me pregunto qué cara le quedará a quién declarando un millón de euros, vea que 400.000 se los puede quedar Hacienda, mientras que a un infractor que tenía esa misma cantidad en un paraíso fiscal, que lo traiga a España y lo pase por Hacienda, le va a costar 100.000 euros. El agravio comparativo no es como ustedes ven en este ejemplo, una cuestión menor. No creo que el fin justifique semejantes medios, y, encima, cómo dije al principio, podría ser, que en cualquier momento un juez declarase esta amnistía ilegal. Si eso fuera así, el Estado habría cometido una ilegalidad.
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