Menorca espera mucho de la ministra de Fomento, Ana Pastor, que hoy preside la inauguración de la variante de Ferreries. Necesita, sobre todo, que comprenda que los intereses de la Isla no pueden confundirse con los de la Comunidad Autónoma. La firma directa entre el Consell y el Ministerio del actual convenio de carreteras es un ejemplo de cómo Menorca y Madrid deben entenderse.
La continuidad de la mejora viaria sigue siendo una prioridad, solo superada por la cuestión vital del transporte. La declaración de la Obligación de Servicio Público (OSP) de los vuelos con Madrid es un paso pero no es la meta. El Ministerio ha de asegurar que no volverá a tropezar en la misma piedra, después del fracaso de la OSP de la ruta con Palma. La garantía de la conexión no es una respuesta suficiente. Necesitamos unos precios justos, que permitan la movilidad de los residentes y que sean un acicate para la economía local. Sin duda, la ministra sabe perfectamente cuál es la situación de la Isla. Ha recibido amplia información.
Señora ministra: esta tierra, que ve el primer sol de España, aunque se encuentre en la periferia, no puede seguir siendo un territorio aislado.
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