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Josep Manguán, rector de Santa María, dice que hay tres palabras o expresiones que son fundamentales en nuestra relación con Dios y con el prójimo. Expresiones que existen en casi todas las culturas y épocas históricas, siendo tal vez las que más nos unifican y nos permiten comunicarnos como seres humanos.

Esas tres palabras (imprescindibles en la oración) son: gracias, perdón y por favor. En ellas resumimos una misma actitud, la de sentirnos incompletos, menesterosos, limitados o pequeños…vamos, que dependemos completamente de los demás para subsistir. Esto lo sabe un niño - que requiere de los cuidados y la protección de sus padres - por su propia naturaleza indefensa. Pero muchas veces lo olvidamos con el paso de los años o cuando la soberbia nos lleva a creernos poderosos y autosuficientes.

Gracias. El agradecimiento nos hace sentir más felices que la simple posesión. Se puede tener muchísimo y, aun así, vivir insatisfecho. En cambio, cuando damos las gracias, realmente reconocemos aquello que nos ha sido dado, empezando por la vida misma. Hemos aprendido a estar más centrados en lo que nos falta, que en todo aquello que podemos disfrutar: un día soleado, la naturaleza que nos acoge y alimenta, los amigos con los que compartimos buenos y malos momentos, la salud que no siempre apreciamos o cuidamos adecuadamente…

Podemos utilizar cada una de estas expresiones mecánicamente. Entonces nos parecemos a la máquina expendedora: - Su tabaco, gracias. Sabemos que no nos lo dice de corazón…Los padres enseñan a sus hijos preguntando, cuando estos reciben algo: - ¿Qué se dice? Y si es francés, el niño responde: - Merci.

Para otros, "perdón" es lo que viene inmediatamente después del pisotón. Como un acto reflejo. Un intento de evitar mayores conflictos. Pero el perdón es la mayor fuerza de liberación que existe en el planeta. Beneficia tanto al que lo da como al que lo pide. ¿Cuántas heridas, ha curado esta antiquísima palabra? El mayor enemigo del perdón es creerse por encima de los demás; irreprochable, con derecho a juzgar y a dictar sentencia. De ahí el reto evangélico: - El que esté libre de pecado, que tire la primera piedra.

Desgraciadamente, hay muchos que tiran la primera piedra y luego esconden la mano…
Por favor. En castellano se dice con dos vocablos. En inglés, con uno: "Please". En catalán se dice, elegantemente, con tres: "Si us plau". Pero también "Bitte", "Mesedez", "S'il vous plaît", "Prego"...La idea es la misma: necesito algo que no puedo conseguir yo solo, y tú no tienes ninguna obligación de dármelo. En todo caso, será un regalo. Dependemos constantemente de la buena voluntad y la gratuidad ajena.

Cuando amamos, las tres expresiones se oyen y pronuncian a menudo. Hacen que todo lo que nos rodea, nos sea más agradable, profundo y duradero.

Y por eso, cuando se olvidan o se pierden tan sencillas y humildes palabras, nos damos cuenta de que, en realidad, somos nosotros mismos los que andamos perdidos.