Cuando me reencarne, porque he decidido que lo haré, no volveré a ser periodista. Uno no gana lo suficiente como para ir corriendo riesgos de aquí para allá y jugarte la vida en cada titular con una falta de ortografía y destrucción masiva. Demasiado peligro. Voy a regresar a mi planeta y allí renaceré para explorar una galaxia... o dos.
El circo político ya ha arrancado y he sido el primer damnificado. Note el amigo lector que a mi columna le faltan algunas líneas pero que no se preocupe, que todo lo que se lleva el viento, el mismo viento lo devuelve. Menos aquel billete de 500 pesetas que, hace mucho, le levantó a mi hermano. Pero a lo que iba, que he decidido que me vuelvo a casa, a mi planeta, pero todavía no. Tengo la intención de peinar algunas canas por la Tierra, resolver algunos asuntos, conquistar un par de ojos con una sonrisa a juego, quizás escribir un libro o dos o ninguno, recordarle a mi hermano que 500 pesetas ahora ya no son nada y aprender a tocar la guitarra o a escribir, que ya va siendo hora.
Antes que nada tendré que reordenar mis ideas, plantar un árbol, salvar una especie en extinción, descubrir una estrella y regalarle un dinosaurio a mi amigo Albert. Demasiadas propuestas... ¿Me estaré reencarnando en político?
dgelabertpetrus@gmail.com
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