El turismo que se mira el ombligo no tiene futuro

Menorca ofrece al visitante unas playas impresionantes, un paisaje atractivo, una buena gastronomía, un yacimiento arqueológico por cada uno de sus 702 kilómetros cuadrados y por todo ello es el destino turístico que consigue un mejor índice de satisfacción de Balears. La nota que obtiene es un 6,2 sobre 10 puntos, según la última encuesta de Gadeso. Y sin embargo, la noticia no merece una valoración positiva, por dos motivos. La nota es dos décimas inferior a la registrada en la encuesta del año pasado, por tanto el nivel de satisfacción de quienes nos visitan se reduce. Y por otra parte, en una Isla que aspira a vivir durante muchos años del turismo la nota de un 6,2 no debe contentar a nadie. Habrá que compararse necesariamente con los destinos que experimentan una tendencia positiva en la mejora de sus productos, que consiguen generar mayor demanda, y que nunca se conforman con lo que han conseguido. Buscar la excelencia es un objetivo en el que debe implicarse toda la sociedad. Este compromiso público y privado, basado en estrategias compartidas, podría generar un proceso de cambio capaz de transmitir optimismo y alentar nuestras propias capacidades, que son muchas.