La destitución de los cargos de UM y la consiguiente formación de un nuevo Ejecutivo han abierto una nueva etapa en esta convulsa legislatura autonómica. Si hasta ahora ha carecido de la estabilidad deseada para gobernar, el año largo que resta de mandato llega con toda la incertidumbre de un gobierno sin mayoría parlamentaria.
Francesc Antich inicia hoy una semana clave con el encuentro por separado con los líderes de PP y UM en un intento lógico de pactar un mínimo de tranquilidad. Y mañana acudirá al Parlament para explicar lo que ya se conoce, las causas de la ruptura con los regionalistas, los posibles acuerdos verbales alcanzados con Bauzá y Melià y un programa de objetivos a cumplir hasta la convocatoria de las elecciones. El miércoles ofrecerá en Madrid un conferencia-coloquio organizada por el Foro de la Nueva Economía y recibirá probablemente el respaldo del partido y de algún ministro de Rodríguez Zapatero. El jefe del Ejecutivo balear asume con realismo la singularidad de la situación, que puede estallar de nuevo en cualquier momento. Por ello ha de destacarse el brindis de colaboración y la llamada a la responsabilidad de los otros partidos.
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