La crisis económica sigue su curso y también la destrucción de empleo. Los datos referidos al pasado mes de febrero indican que el paro en España afecta ya a cerca de 3,5 millones de trabajadores. Al ritmo actual, es muy probable que en los próximos meses se alcance o supere la cifra de los cuatro millones.
En la Comunidad balear el cambio de tendencia no acaba de confirmarse pese a que ha querido destacarse que ha sido la única que ha registrado un descenso del paro; un dato casi anecdótico que se traduce en 80 desempleados menos. La bajada de un 1 por ciento en Menorca no puede ocultar, por otra parte, que el desempleo afecta aquí a casi 6.000 personas y que en el conjunto de las Islas son más de 74.300 las que carecen de un puesto de trabajo.
Muchos empresarios y trabajadores confían en que la próxima temporada turística actúe de revulsivo para invertir la prolongada tendencia negativa del mercado laboral. No hay que caer en el pesimismo, pero tampoco debe olvidarse que la crisis extiende sus tentáculos en numerosos frentes y la industria de las vacaciones también se verá tocada. El otoño se augura muy duro. Falta por concretar el grado de los perjuicios.
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