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Ayer, de nuevo, el Parlament protagonizó una bronca bochornosa entre el presidente, Gabriel Le Senne, y las diputadas socialistas Pilar Costa y Mercedes Garrido, que acudieron al pleno con camisetas con fotografías de las Tres Roges de El Molinar, entre ellas Aurora Picornell. El nuevo incidente ocurre cuatro meses después de que Le Senne protagonizara un lamentable espectáculo cuando rasgó una foto de Picornell que Garrido puso en su ordenador. Ayer el presidente estuvo más moderado en sus formas, pero está demasiado condicionado por su ideología.

El pleno debía abordar la derogación de la Llei de Memòria i Reconeixement Democràtic, pero la bronca fue tal que los acontecimientos se precipitaron y Costa y Garrido acabaron siendo expulsadas. Y con los políticos de cada grupo en pie de guerra. Le Senne volvió a caer en la trampa que le tendieron los socialistas, ya que lo que debía ser el tema estrella -el caso Koldo- quedó eclipsado y solo se habló del incidente de las camisetas. Fue una jornada que recordó el espectáculo de junio, que ha acabado con el presidente del Parlament imputado en los tribunales. Estos enfrentamientos no se pueden repetir en la Cámara porque los ciudadanos de Balears se merecen otra política, de más altura, donde el respeto y el sentido común se impongan a las ideologías de unos y otros.