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Las ventas de automóviles electrificados, tanto eléctricos puros (BEV) como híbridos enchufables (PHEV) están registrando una acusada caída en toda Europa, con descensos del 37 por cien en Alemania. En España, la producción de coches eléctricos se ha reducido este año en un 29 por cien por la caída de la demanda. En julio se matricularon, en España, un 11,4 por cien menos que en el mismo mes del pasado año. Menorca no es ajena a esta tendencia, porque en    la primera mitad del año se han matriculado en la Isla solamente 27 vehículos de cero emisiones, menos de la mitad que en el mismo periodo del año pasado, una cifra que se sitúa por debajo de las ventas de 2022, y que abre una expectativa pesimista sobre la descarbonización.

Las incertidumbres que planean sobre estos coches, la falta de puntos de recarga en la vía pública y las carencias de los planes de ayudas para este tipo de automóviles, cuyos precios son más caros que los coches convencionales, están penalizando las ventas. También provocan el incumplimiento de los planes del Gobierno para electrificar el parque automovilístico español y los calendarios suscritos con la UE. ¿Se logrará revertir esta tendencia?