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Solo once colegios de los más de 300 que hay en Balears, ninguno de los 28 de Menorca, entre privados, concertados y públicos, aplicarán    en Primaria el plan de elección de lengua del Govern a partir del próximo curso. Un sonoro fracaso a esta iniciativa impuesta por Vox al PP, que ha sido rechazada por Obra Cultural Balear, el STEI, la Asociación de Directores de Primaria, FAPA, el Colegio de Docentes y la Red Educativa por la Lengua que lo califican de «despropósito pedagógico» al vulnerar el Decreto de Mínimos y segregar a los alumnos.

Este desinterés, aun cuando el Tribunal Superior rechazó suspender su aplicación porque la adhesión es voluntaria, reduce su coste. De los 60 millones de euros presupuestados se pasa a solo un millón para el curso 2024-2025. Los 59 millones restantes se destinarán a becas de comedor, transporte o atención inclusiva. PP y Vox, promotor de esta medida, han de reflexionar por qué no ha sido bien recibida por la comunidad educativa, que le da la espalda. A pesar de los    esfuerzos del conseller Antoni Vera al negar que este plan ampara la segregación lingüística en las aulas, el Govern Prohens ha de valorar si tiene sentido mantener un programa que vulnera el modelo educativo balear basado en el catalán, lengua propia, como lengua vehicular para fomentar su normalización, ya que es una lengua minorizada.