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El Día del Orgullo Lgtbiq+ se ha visto marcado por la ofensiva de Vox contra las banderas arcoíris. Hace unos días, el presidente del Parlament, Gabriel Le Senne, que milita en esta formación, pidió que se declarase nulo el acuerdo de la Mesa, aprobado por PP y PSIB, para desplegar en la fachada de la institución la bandera Lgtbiq+ con motivo de esta conmemoración.

Le Senne, que ya había comparecido ante los medios para calificar de «traición» el voto favorable del PP a esta iniciativa, argumentó que el acuerdo vulnera los principios de objetividad y neutralidad de las instituciones públicas en relación a la exhibición de enseñas no oficiales. Las reivindicaciones del colectivo Lgtbiq+ son lícitas y aceptadas.

Las posturas contrarias de Vox demuestran una falta de sensibilidad con millares de personas que han padecido y en muchos casos aún sufren una discriminación inaceptable. A estas alturas los retrocesos no se pueden admitir, la sociedad debe condenar los discursos de la intolerancia y evitar reabrir debates ya superados.

Este día internacional conmemora los disturbios de 1969 en Nueva York, cuando estallaron una serie de protestas espontáneas por una redada policial en un bar de la comunidad homosexual. Fue la primera vez que el colectivo reivindicó sus derechos. Desde entonces, cada año, se celebra esta efemérides.